sábado, 12 de mayo de 2012

¿SUBVENCIONES O COMPRA DE VOTOS?

(Diario de Cádiz, 12 Mayo 2012)

                 La situación económica no admite paliativos. La crisis, lejos de estar en sus estertores finales, parece más grave cada día y las cifras de los desempleados no cesan de crecer a ritmo de vértigo. Ya nadie ve brotes verdes ni en el más lejano horizonte. La actividad económica decrece por segundo trimestre consecutivo y nuestros jóvenes más preparados, esos que deberían intentar sacarnos del hoyo económico en que hemos caído, se van a trabajar al extranjero.

               Al voluntarista Gobierno del PP no se le puede negar su actitud decidida y valiente a la hora de tomar medidas muy impopulares, incluso, obligados por la situación, a gobernar en contra de su propio programa. No creo que nadie, ni siquiera los políticos de la oposición, aunque digan  lo contrario, quisiera estar en estos momentos teniendo que adoptar estas medidas.


               ¿Qué error le achacan sus propios votantes a nuestro Gobierno? Pues varios: Uno de ellos, no menor, y ya tradicional en el PP, es su pésima política de comunicación. No logran llegar de forma clara y convincente a los ciudadanos, no explican con nitidez y ampliamente lo que hacen, por qué lo hacen (que fines a corto, medio y largo plazo persiguen con cada un de las medidas), y las consecuencias negativas o positivas que van a tener para los ciudadanos, y sobre todo, una información completa, no en pequeñas dosis.


             Otro error importante es no haber tomado, simultáneamente, decisiones que una inmensa mayoría de ciudadanos (menos los directamente afectados) claman con fuerza: la radical y definitiva eliminación de la subvenciones.


             En esta partitocracia llamada España, con la que está cayendo, se siguen subvencionando películas que nadie ve, sindicatos, partidos políticos, asociaciones empresariales,  investigaciones que a nadie interesan, televisiones públicas de escasa audiencia, viajes turísticos a estudiantes bajo apariencia de aprender idiomas, organizaciones no gubernamentales que nadie controla, miles de liberados sindicales, miles de asesores,…por no hablar de la economía sumergida, aeropuertos sin actividad, empresas públicas deficitarias, absentismo laboral, jubilaciones anticipadas, ayuntamientos de trescientos habitantes, miles de coches oficiales con sus chóferes y escoltas, duplicidades y triplicidades administrativas, …

            ¿A qué esperan?


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