Entrevista desde Filipinas el 29 de Octubre de 2014
- - -
Las recientes
filtraciones por parte de Edward Snowden han obligado a los grandes servicios
secretos a replantearse su estrategia de comunicación viéndose obligados a ser
más transparentes y comunicativos con la ciudadanía ¿Nos encontramos en una
nueva era de la información en la que la confidencialidad absoluta ya no es
posible y todo es susceptible de darse a conocer antes o después?
-
Pienso
todo lo contrario. Hay que mejorar los sistemas de
comunicaciones, hacerlos más seguros, con sistemas de encriptación cada vez más
eficaces, y seleccionar muy bien al personal que tiene acceso a información
clasificada con controles internos frecuentes. La información que interesa a
los servicios de inteligencia es la que se refiere a los terroristas, servicios
enemigos, políticos corruptos, etc. El ciudadano que no ha hecho nada malo,
nada tiene que temer y en cuanto a la privacidad a la que tienen derecho, yo
les diría que con solo tener y usar una
tarjeta de crédito, ser usuario de las redes sociales o telefonía móvil, ya es
completamente transparente. Un servicio de inteligencia no pierde el tiempo ni
emplea medios y personas para controlar a los ciudadanos. La información
que no interesa, que no aporta nada, se elimina.
Esta fue mi respuesta a la pregunta de un
periodista en una entrevista que me hacía desde Filipinas a través de Internet y
le añadí:
-
En cuanto a que todo se
llega a conocer, tengo mis dudas. Casi puedo asegurar que no es verdad y lo
digo por propia experiencia. Se me ocurre, a bote pronto, el asesinato del Presidente Kennedy, cuya investigación está trufada de
pistas falsas. Han pasado más de cincuenta años y estamos como el primer día.
Si un secreto importante se deposita en personas que no merecen esa confianza
terminará sabiéndose, pero si los depositarios son los imprescindibles y
personas comprometidas, nunca se sabrán, o al menos mientras pueda tener
interés
La entrevista está
datada el 29 de Octubre del 2014, pero las respuestas serían las mismas. En un
Servicio de inteligencia, más bien en
todos los servicios de inteligencia, hay escuchas aleatorias y específicas.
En las aleatorias podemos entrar todos los ciudadnos que pasemos, vivamos o
estemos en una de terminada zona, mientras que las específicas están enfocadas
a una persona o grupo concreto, en España y desde hace unos años, autorizadas
por un juez, ante el que hay que justificar el motivo por el que se quiere
realizar la escucha.
Partiendo del
principio de que “no hay servicios amigos” y que por tanto “todos espían a todos”, nadie y menos
los políticos, deberían escandalizarse por estas noticias: “Wikileaks filtra los códigos
de espionaje electrónico de la CIA”. No pasa nada. Lo
más que pasa es que van dos a cero, que esta jugada se la devolverán y que por
muy importantes que sean las personas espiadas o los programas y claves
descubiertas, el trabajo consistirá en mejorar los sistemas de encriptación,
seleccionar mejor a los técnicos que vayan a manejar esos sistemas, y procurar
devolver la jugada.
Desde que el mundo es mundo, o quizás un poco más
tarde, existen los espías: Alfonso X el Sabio les llamaba “barruntes”, los
Reyes Católicos “exploradores” y Felipe II directamente “espías” y utilizaba
nobles amigos suyos, de toda confianza. Pero también, en toda época se producían traiciones, que es lo que realmente son
estas filtraciones, y ya era un todos contra todos. Es consustancial al espionaje, no fiarse de nadie e intentar obtener la
información más importante, la mejor protegida.
Otro factor importante que compra muchas
voluntades, dentro de ese mundo, es el dinero. Los estados pagan mucho dinero por informaciones valiosas de
transcendente importancia para los intereses nacionales, pero naturalmente no
las publican ni las filtran a la prensa, las conservan en secreto para
poder utilizarlas y evitar que el “enemigo” reaccione.
Si una información valiosa se conoce, deja de ser
útil automáticamente y el servicio pirateado procede a hacer los cambios
necesarios para protegerse, y si además se han publicado, su valor es cero.
“Wikileaks ha
publicado este martes documentos clasificados de Estados Unidos en los que
supuestamente se demuestra que la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) escuchó
de forma clandestina encuentros de distintos jefes de Gobierno u otros líderes
mundiales, como el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon. Los
papeles de la NSA datan de los años 2007 a 2011.
Los informes de las supuestas escuchas secretas
recogidas por la NSA reflejan detalles de las conversaciones sobre la
lucha contra el cambio climático previas a la cumbre del clima de Copenhague en el año 2009, unas escuchas que ya
desvelaron las filtraciones del exempleado de la NSA, Edward Snowden, en
2014. Este martes, los nuevos documentos desvelados
incluyen conversaciones entre la
canciller alemana, Angela Merkel, y Ban Ki Moon al respecto”.
Es en esencia la noticia de las agencias
de prensa…y no pasa nada. Las informaciones son de hace años y la política se
desarrolla día a día, todo va tan deprisa que esas noticias ya no tienen efecto
ninguno. Por otra parte ni a Merkel, ni
a Ban Ki Moon o a cualquier otro líder mundial le va a extrañar que le
escuchen, es lo mismo que él o ella hacen con los demás, exactamente
utilizando la misma tecnología o muy similar.
No pasa nada. Está dentro del juego del espionaje y el
contraespionaje.