domingo, 28 de febrero de 2016

NADA QUE CELEBRAR

Publicado en el Diario de Cádiz el lunes 29 de Febrero de 2016 (Festivo en Andalucía)


           Vivir en Andalucía podría ser un sueño para millones de españoles, de todas las latitudes, enamorados de esta tierra y de sus gentes. La naturaleza ha sido generosa: montañas, playas, sierras y ríos son para extasiar a quien los contempla. La Andalucía monumental y cultural tiene atractivos inigualables para hacer las delicias de propios y extraños.
         Sus gentes, en general, aunque con significativas excepciones, como en todas partes,  son acogedoras, amigos fieles, con un sentido del humor como en pocos sitios de nuestra geografía nacional.
          Sería, como digo, un sueño vivir en nuestra Andalucía si no fuera porque nuestros jóvenes, en más del cincuenta por ciento, no tienen trabajo ni formación; nuestros niños, aun los que terminan sus estudios, que no son todos ni mucho menos, tienen unos conocimientos más que deficientes según los informes PISA, que los sitúan por debajo de la media nacional; un Servicio Andaluz de Salud francamente mejorable,  y… ¿para qué seguir?
         El próximo domingo 28 de febrero nuestra clase política se esforzará en organizar actos y homenajes, entregas de premios y no sé cuantas cosas más para celebrar el Día de Andalucía, pero los andaluces poco o nada tenemos que celebrar, sobre todo nada que sea fruto de una exitosa gestión de lo público en todas sus facetas.
         Muchas grandes empresas, (Delphi 1.800 trabajadores, Altadis 1.157 trabajadores cuando abrió… ) se han ido y otras pasan por su peor momento (Navantia, Abengoa,…). La corrupción en casos como los “cursos de formación” o ERE´s lejos de ayudar, no ha hecho sino empeorar la situación de los parados.
         Para colmo, los impuestos, como el de sucesiones, son de los más altos de España, (por la misma herencia 164.000 € en Andalucía y solo 134 € en Canarias – Diario de Cádiz del 24.02.16) originando la salida de capitales de nuestra comunidad.
         Son muchos años de mal gobierno, de poco esfuerzo colectivo por mejorar la situación, que ha propiciado la salida a otras regiones o al extranjero de nuestros jóvenes más preparados, cansados de no encontrar futuro en su tierra.
         Dejemos las celebraciones para cuando tengamos algo que celebrar. 

sábado, 13 de febrero de 2016

POR ALUSIONES

Publicado en el Diario de Cádiz el sábado 13 de Febrero de 2016


                      Una reciente carta al Director, firmada por un compañero de la Armada, plantea la pregunta de si  no procedería la aplicación del Art. 8º de nuestra Constitución, en lugar del 155º, en el caso de un real y efectivo intento de secesión de Cataluña.
Lo que plantea nuestro compañero, de José Ramón del Rio y mío, a quienes cita expresamente, es la intervención de las Fuerzas Armadas, a las órdenes de nuestro Rey Felipe VI, para abortar cualquier intento de secesión de una parte del territorio nacional.
No puede quedar sin respuesta tan importante reflexión y por mi parte voy a decirle lo que pienso al respecto:
La Constitución española de 1978  en su Título Preliminar Art. 2º lo deja muy claro: “La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española”, indiscutible, mientras no se llegue al consenso necesario para cambiarlo.
El 155: “Si una Comunidad Autónoma no cumpliere las obligaciones que la Constitución u otras leyes le impongan, o actuare de forma que atente gravemente al interés general de España, el Gobierno, previo requerimiento al Presidente de la Comunidad Autónoma y, en el caso de no ser atendido, con la aprobación por mayoría absoluta del Senado, podrá adoptar las medidas necesarias para obligar a aquélla al cumplimiento forzoso de dichas obligaciones es decir, es el momento de la Justicia, la Justicia en toda su amplia capacidad de actuación, hasta la detención, si fuera necesario, de los promotores de la secesión.
Por último, y rigurosamente en este mismo orden, en el Título Preliminar Art. 8º:”Las Fuerzas Armadas, tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional.”, que sería de aplicación, llegado el indeseable momento en el que la Justicia, aplicada con todo rigor y hasta sus últimas consecuencias, no lograran paralizar el intento independentista.
Cuarenta años de un terrorismo brutal y sanguinario, gracias a la firmeza y fortaleza de los sucesivos gobiernos españoles y autonómicos y, naturalmente, del pueblo vasco, no han logrado su objetivo independentista. Cada momento y circunstancia tiene su resolución, creamos en nosotros mismos, España es una gran Nación, seamos optimistas.