sábado, 22 de diciembre de 2012

LIBERTAD ¿PARA QUÉ?

   Publicado en el Diario de Cádiz el sábado 22.12.2012

Tenemos en nuestras retinas las imágenes de los veinte niños asesinados en Newtown (USA) por un joven que ha utilizado su libertad para acabar con la vida de 28 personas, incluida su propia madre.

Familia desestructurada, y una madre que, por ganarse el cariño, o al menos no el desprecio de su único hijo, le enseña a disparar, y le compra las armas que el joven quiere, con el resultado que conocemos.

EEUU pasa por ser el "país de las libertades", cuna de la moderna democracia, por leyes como la que permite que trescientos millones de armas estén en manos de ciudadanos a los que no se les ha hecho una prueba psicotécnica, o se han investigado sus antecedentes, o un mínimo de seguridad sobre el "buen uso" al que van a ir destinadas las armas en su poder.

Como contraste con lo anterior, un ciudadano norteamericano puede recibir un trato vejatorio o incluso violento por una infracción de tráfico o administrativa, es decir, la policía actúa sin mucho miramiento, sintiéndose respaldada por las leyes que tratan de imponer. He ahí las terribles contradicciones de una sociedad sin identidad, formada por emigrantes de las más diversas procedencias. Nunca han sido más que inmensamente ricos, la nación más poderosa de la tierra, el "imperio" de la era moderna.

No quiero generalizar. He tenido buenos amigos norteamericanos, he pasado largas y frecuentes temporadas de trabajo en ese país del que admiro muchas cosas, hasta con una cierta envidia, pero siempre he pensado que no sería un país unido y viable si, de repente o por adversas circunstancias, se convirtiera en un país pobre.

El dios de los norteamericanos, de la mayoría, es el dólar, por quien se mata o cometen los más execrables crímenes. Los valores éticos y morales, esos que nosotros, europeos, teníamos tan interiorizados no hace mucho, prácticamente han quedado como patrimonio de una minoría.

Escena de una película norteamericana: "¿Has disparado alguna vez un arma? Tienes que hacerlo, se siente uno el hombre más poderoso del mundo". Esa es la moral predominante, el poder, el dinero, el egoísmo llevado al extremo. Aquí, en la vieja Europa, despojada de sus valores éticos y morales, ya no nos falta mucho para alcanzar esas cotas de "libertad", menos mal que ahora somos pobres.

lunes, 17 de diciembre de 2012

ALGO HABRA QUE HACER



          Con mucha frecuencia recibo comentarios a mis artículos, tanto en el blog como en el Diario de Cádiz, de lectores que, muy disconformes con la situación actual de España, se preguntan y me preguntan: ¿Qué se puede hacer?

          A todos les respondo lo mismo, yo tampoco tengo la solución, pero “algo hay que hacer” y con urgencia. El deterioro moral, social y económico de España, requiere una terapia de choque, no un tratamiento a largo plazo con nulos efectos paliativos, todo fiado a un futuro que algunos, entre los que se encuentran quienes optan por el suicidio, no verán.

La situación es muy desesperada y quien no lo vea así es porque tiene la suerte de no tener muy  cerca uno de estos dramas familiares. El país no puede soportar casi seis millones de parados, el veinticinco por ciento de la población activa (es un decir), millón y medio de hogares en los que no hay ingresos, ni siquiera subsidios, y con hijos a los que alimenta la Iglesia Católica a través de sus muchas instituciones, la primera de ellas Caritas.

          Familias mal viviendo de las pensiones de los abuelos, y jóvenes bien preparados emigrando por miles a Alemania, Gran Bretaña o Iberoamérica.

          Tras la experiencia de Zapatero, sin duda el peor Presidente  de Gobierno de la democracia, y sobre el que no haremos más leña, el Partido Popular logra una mayoría absoluta, más por hartazgo del PSOE que por méritos propios. Rajoy, antes y después de las elecciones, obtiene en las encuestas unas calificaciones de suspenso bajo. No es un líder carismático, no llega al ciudadano y no sabe (aunque bien quisiera) explicar lo que esta haciendo.

          El Partido Popular, que pecó de prepotencia en Andalucía y terminó perdiendo un gobierno que tenia ganado, sigue, a nivel nacional, con iguales comportamientos: Tengo mayoría absoluta, hago lo que creo que tengo que hacer y prescindo de consensos y acuerdos previos. Gobierno por decreto o mayoría y, quizás dentro de otro año más o año y medio, empecemos a crear empleo (naturalmente poco) y los españoles nos darán la razón.

          No hay tiempo, el tiempo se ha terminado cuando casi un cincuenta por ciento de la población (quizás me quedo corto) mal vive de la caridad y las ayudas. Se cumple un año de gobierno del PP y el balance es:

-        Más paro y peor retribuido.

-        Sigue la incesante destrucción del tejido empresarial, sobre todo en la pequeña y mediana empresa, que son las que generan el noventa por ciento de los puestos de trabajo.

-        Cada día cierran por miles pequeños comercios, casi todos empresas familiares, porque a los españoles de a pie, el poder adquisitivo se les ha reducido drásticamente y la actividad económica está bajo mínimos.

-        Las administraciones publicas: Gobierno Central, Gobiernos Autonómicos, Diputaciones, Mancomunidades y Ayuntamientos no dan  un paso hacia la reducción de duplicidades o triplicidades administrativas, eliminación de los miles de asesores y liberados sindicales o reducciones considerables de sus sueldos, a veces duplicados, y sobre todo de sus complementos.

-        Los partidos políticos, sus fundaciones y sindicatos, continúan recibiendo millonarias subvenciones del dinero de todos los españoles.

-        Algunas cajas y bancos, tras una pésima administración y haber engañado y cobrado intereses de usura a sus clientes, tienen que ser ahora rescatados con dinero que pagaremos durante muchos años.

-        Así y todo, esas entidades bancarias siguen negando préstamos a empresas y particulares y ejecutando desahucios, ahogando las pocas posibilidades de supervivencia de muchas empresas y comercios.

-        Lo que no falta en los presupuestos son gastos en “embajadas” y medidas favorecedoras de las señas de identidad de cada región, junto con recortes en servicios sociales, educación e inversiones productivas o prestamos a empresas.

             Fui gerente de una empresa azulejera a la que la crisis de 1993 había dejado en la situación que encontré a mi llegada: De cuatro hornos instalados, dos apagados por exceso de producción y escasez de ventas. El stock era tan grande que ya no cabía en los amplios almacenes.

          Un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) en tramitación para despedir a 45 empleados de una plantilla de 185, y los sindicatos paralizando la actividad productiva con huelgas y movilizaciones.

          No voy a entrar en aquí en detalles de cómo salimos de esa desesperada situación hasta poner a la empresa en beneficios y, no solo no disminuir la plantilla, sino aumentarla hasta 250 personas, la mayoría con contratos fijos, pero diré la palabra mágica: c o m p e t i t i v i d a d.

           Los bancos no prestaban dinero estando en pérdidas y el dinero es la savia de la empresa, así que hubo que buscarlo reduciendo costes y vendiendo algunos activos poco rentables.

            Se pactó con los sindicatos una “paz social” a cambio de mejoras en las condiciones de trabajo y seguridades de empleo según resultados, es decir, se involucró a toda la plantilla en el nuevo proyecto.

              Se mejoró el producto y los canales de comercialización, nos hicimos más c o m p e t i t i v o s.

              Ahora, en España, siguiendo directrices de la Unión Europea y para poder recibir, llegado el caso, los fondos de ayuda que se precisen, solo se ejecuta una parte del plan, la reducción de costes. La parte más débil de la sociedad soporta, casi en exclusiva, lo más duro, lo menos imaginativo, los recortes del gasto.

                 Nos falta lo más importante, relanzar la actividad económica mediante ayudas directas a pequeñas y medianas empresas, emprendedores, autónomos y todo aquel que sea capaz de generar empleo. Solo así seremos c o m p e t i t i v o s, solo así saldremos de la crisis. Lo peor es que nuestros políticos no parece que lo tengan tan claro.

               La sociedad civil debe exigir a sus representantes medidas en esa dirección, la reducción de tanto gasto inútil y la reactivación de la economía productiva.

sábado, 8 de diciembre de 2012

BRITA Y LA OPOSICION

Publicado en el Diario de Cádiz, el sábado  08.12.2012


BRITA está desconcertada, dice que no entienda nada de este país. Por más que lo intenta no consigue entendernos. Comenta, sin salir de su asombro, que ha intentado encontrar una mínima coherencia en las declaraciones de los políticos, incluso del mismo partido, pero le ha sido imposible. Lo que sí ha observado es que el cariz de las declaraciones va en función de si estas se hacen estando en el gobierno o en la oposición, e incluso como se critican duramente acciones de gobierno que ese mismo partido realiza allí donde gobierna o donde ha gobernado recientemente.
Está convencida, y es muy grave, de que los dos partidos mayoritarios carecen de sentido de Estado, de que miran antes por sus intereses partidarios que por el bien común. Se escandaliza de que en 37 años de democracia, y salvo los Pactos de la Moncloa de 1977, no hayan sido capaces de ponerse de acuerdo en temas de la mayor importancia para el país como la educación, la justicia, la reforma de la Constitución,…y tantas otras.
¿Cómo es posible que en una reunión para debatir una futura Ley de Educación, algunos consejeros regionales ni siquiera entren en el debate, o que las posturas se decanten a favor o en contra según las siglas políticas? ¿No hay ni un solo punto en el que puedan llegar a un acuerdo? ¿No se dan cuenta de que siete leyes de educación anteriores han llevado a España a los últimos lugares de la calidad educativa y que ninguna de sus universidades figura entre la 100 primeras del mundo?
¿Cómo puede interpretarse que un partido que gobernaba hasta hace un año congelara las pensiones, todas las pensiones sin excepción, y ahora proteste y amenace con llevar la ley al Tribunal Constitucional, porque solo se suben un dos por ciento? Insiste en sus preguntas.
Yo tampoco lo entiendo, pero aun así, tratando de enconttrar una  explicación, le respondo: Nuestros políticos siguen escalando puestos en las estadísticas de los principales problemas del país, precisamente porque, una vez demostrado que no saben gobernar, con las tremendas consecuencias que estamos viendo, se han empeñado en mostrarnos que tampoco saben ser oposición.
Su logro: la casi desaparición de las Pymes y la clase media, auténtica columna vertebral del país.

sábado, 1 de diciembre de 2012

EL CUARTO PODER


              Hace ya algunos años,  fui responsable de la Consejería de Prensa en una embajada española. Fueron cinco años muy intensos en acontecimientos políticos y sociales en el país en cuestión,  lo que propiciaba la presencia casi continua en su capital de magníficos periodistas,  con los que hice una buena amistad.  Una parte de mi trabajo consistía en facilitarles acreditaciones y entrevistas con políticos locales.

También tenía, entre otras, la responsabilidad diaria de preparar el Boletín de Prensa, resumen de lo publicado en el día, tanto en la prensa que llegaba de España como en la local que pudiera ser del interés de  la embajada. Era apenas una hoja con titulares y tres o cuatro más con los resúmenes de los artículos. Con ello se pretendía, y en buena parte se lograba, que a primera hora de la mañana los responsables de la embajada iniciaran su jornada suficientemente informados. El Boletín  añadía las copias necesarias cuando nos visitaban altos cargos de la Casa Real, el Gobierno o instituciones.


     Lo cuento porque esta experiencia me permitió, por una parte, conocer mejor el mundo del periodismo y por otra constatar la importancia que los medios de comunicación tienen en el desarrollo político y social de los países.  Los buenos comunicadores son creadores de opinión, pero también son las conciencias de los responsables políticos.  No porque estos tengan que hacer lo que los primeros les dictan, sino porque lo publicado suele ser reflejo de las opiniones  de los administrados y, aunque no siempre sean mayoritarias, los administradores tienen la obligación de conocerlas.


     Ignoro hasta qué niveles nuestros políticos disponen de Gabinete de Prensa, (matizo que no me refiero a portavoces empeñados en salvar la cara de sus jefes), que les proporcionen esos resúmenes diarios de lo publicado. Apostaría que no, a tenor de los resultados.


     Ya sabemos que las múltiples ocupaciones y compromisos de nuestros políticos apenas les dejan tiempo para leer, y lo digo sin segundas intenciones, y los desplazamientos en coche oficial no les permiten comprobar, por ejemplo,  el estado de revista de la ciudad o el deterioro natural o forzado de obras recién terminadas. Por eso necesitan imprescindiblemente de esa conciencia cívica a la que me he referido, si no, corren el peligro de no enterarse de nada, de perderle el pulso a la ciudadanía.


     Casi a diario aparecen en nuestra prensa reportajes muy documentados que son auténticos  aldabonazos a las conciencias de nuestros administradores públicos. En muchos casos ni siquiera merecen la aclaración pública, el desmentido o la disculpa de estos.  Ante esta actitud cabe preguntarse si realmente están enterados de lo que ocurre en la vida real.


       Claro que a veces es mejor el silencio que salir a los medios para echarle la culpa al empedrado. Pero esto, la ignorancia, el que muchas veces no sepan ni donde están de pie, merece comentario aparte. Si Vds. me lo permiten, será otro día.


       Ya en 1770, el escritor  y político anglo-irlandés Edmund  Burke, definió a la prensa como "cuarto poder", en una especie de profecía de lo que sería la gran influencia de los medios de comunicación social, llegando incluso a considerarla  al mismo nivel  que el ejecutivo, legislativo o judicial.


       No corren buenos tiempos para la prensa escrita.  La crisis económica, que de forma tan directa afecta a las empresas, les ha privado de lo que ha sido su principal fuente de financiación: la publicidad. Salvo algún medio subvencionado por el poder político, lo que equivale a un sometimiento sin fisuras a los intereses de sus “dueños”, los periódicos que sobreviven lo hacen a base de reducir una y otra vez sus ya escasas plantillas, con la pérdida de magníficos profesionales y prestigiosas firmas de opinión, lo que en definitiva, como una pescadilla que insiste en morderse la cola, repercute en su función crítica.


       No se ve a corto plazo una recuperación de ese cuarto poder, al menos en su formato tradicional. Hoy, la televisión,  la radio, Internet y redes sociales, por su inmediatez, accesibilidad y coste, han desbancado casi totalmente al periódico de papel.  Personalmente lo lamento, y al mismo tiempo apuesto por  un futuro imaginativo e innovador que salve este formato. No es solo sentimentalismo o nostalgia de tiempos pasados, es convencimiento de su importante función de control y crítica a otros estamentos de la sociedad,…cuando realmente se trata de prensa libre e independiente.

sábado, 24 de noviembre de 2012

LOS SIN TECHO

Publicado en el Diario de Cádiz el sábado 24.11.2012


LOS mismos bancos que hace unos años daban prestamos hipotecarios casi sin garantías y por importes del cien por cien de los valores de tasación de las viviendas, o más, ahora que vienen mal dadas para todos se apresuran a aplicar la Ley Hipotecaria con todo su rigor y los desahucios se suceden en cada rincón de nuestra geografía originando, tras su ejecución, miles de familias españolas sin techo.

Es ley de vida que, cuando alguien, persona u organismo, quiere algo que tienes, sea tu dinero, tu voto o algún favor, la alfombra de rosas a tus pies se extienda generosamente y, por el contrario, cuando la situación se invierte o simplemente tu capacidad económica o posición social deja de ser importante para ellos, de aquellas rosas sólo quedan las espinas. Sí, es ley de vida, pero también consecuencia de una pésima educación en valores, de la que hacen gala muchos responsables políticos y económicos actuales, muy seguros de que a ellos nunca les pasará.

Esos comportamientos, tan humanos, pero tan reprobables, traen terribles consecuencias para millones de compatriotas que sufren en sus carnes, y las de sus familias, los peores efectos de esta crisis, que no es sólo económica, sino, insisto, fundamentalmente moral y de valores.

Parecía que, por una vez, los dos partidos mayoritarios llegarían a un acuerdo para paliar al menos estas terribles situaciones, empujados por la presión popular. Vana esperanza, no ha habido acuerdo y el Gobierno tramita medidas para una moratoria de dos años y en unas situaciones económicas y sociales tan estrictas que muchas familias quedarán sin el amparo que se pretende. Los efectos prácticos de esta reforma de urgencia apenas los notarán las entidades bancarias. Pobre solución para un grave y urgente problema.

La Ley Hipotecaria es la que hay que modificar, tratando de proteger a la parte más débil, tratando de evitar los abusos y engaños que se han producido, como sucede en países con más experiencia democrática donde, por ejemplo, la dación en pago es norma de uso habitual.

En Caballeros Hospitalarios se celebra el domingo 25 el día de las personas que no tienen un techo donde cobijarse y que ya no son sólo los albergados, sino todas esas familias tan mal tratadas por la fortuna y por sus semejantes.

martes, 20 de noviembre de 2012

HACIENDA SOMOS TODOS



            Esta frase publicitaria de nuestra Agencia Tributaria, de hace ya unos años, mereció hasta portadas de la mejor revista humorística jamás publicada en España, “La Codorniz”. Sus portadas eran por si solas un estudio sociológico y en esta ocasión hacia un irónica parodia sobre la frase en cuestión.

          En realidad lo que quería decir es que Hacienda no somos todos, sino solo unos cuantos. Esos cuantos que tenemos una nómina o unos ingresos controlables fácilmente por la Hacienda Pública, sin posibilidad de evasión o camuflaje. Me refiero a funcionarios, empleados, y poco más. Personas de una economía, no siempre modesta, pero siempre ajustada.

         Acaban de publicar un informe policial, una filtración interesada, sin duda, de políticos catalanes con millonarias cuentas, en Euros naturalmente, en bancos suizos. No hay que escandalizarse por el hecho de que unos españoles con pocos escrúpulos pongan a buen recaudo sus fortunas y las alejen lo más posible de las  cortísimas garras de Hacienda. Digo que no es escandaloso porque es de sobra conocido y no es nuevo, lo hacen muchos, muchísimos, hasta alcanzar nada menos que el treinta por ciento de nuestro PIB, es decir, la nada desdeñable cifra de 300.000 millones de Euros.

          El caso catalán es aun más grave porque ese dinero no procede de un legítimo lucro empresarial, su origen, según dicho informe filtrado a la prensa, procede del cobro absolutamente ilegal  de porcentajes por obras públicas adjudicadas a dedo y otros “negocios” nada transparentes de los sucesivos gobiernos y partidos políticos catalanes.

           Los Fiscales Generales y los máximos responsables políticos responsables de perseguir y castigar estas conductas, no han puesto mucho empeño en los últimos años, es más, estos datos ahora conocidos tienen su origen en investigaciones de otros países europeos, que al descubrir en sus listados de defraudadores la presencia de españoles, han comunicado a nuestro Gobierno estas irregularidades.

           Recientemente, el Gobierno de la Sra. Merkel obtuvo datos sobre cuentas  de ciudadanos alemanes en Suiza y no hay país serio en el mundo que se limite, como ha hecho España, a ofrecer una amnistía fiscal a esas fortunas, si sus propietarios deciden repatriarlas. Muy pocos lo han hecho, como era de esperar. En Italia, que nos precedió por esa misma vía, regresaron algunos millones de Euros más, pero tampoco nada significativo. La única forma de evitar esa fuga  de capitales tan importante no es otra que la vigilancia y control por parte de los responsables de la Agencia Tributaria, el Fiscal General y los Ministerios del ramo.

               Contrasta esta apatía con el empeño de bancos, notarios y policía en el cumplimiento puntual y sujeto a la más estricta legalidad,  de los desahucios de viviendas por impago de hipotecas o alquileres. Parecía que, por fin, los dos partidos mayoritarios, PP y PSOE, iban a consensuar medidas de urgencia para detener esa inmensa marea de desahucios, que ya ha originado algún suicidio, pero finalmente tampoco en esto llegaron a un acuerdo y el Gobierno, timorato y con miedo a no perjudicar gravemente a los bancos, ha aprobado unas medidas que no resuelven el problema, lo aplazan por dos años y solo para determinadas circunstancias muy especificas de cargas familiares o situación económica muy límite, defraudando, una vez más a los ciudadanos que sufren más directa y gravemente las consecuencias de esta terrible crisis.  

               Los españoles, que ya hace tiempo perdimos la inocencia, y cada vez más desconfiamos de nuestra clase política (tercer problema más grave del país según las encuestas) no podemos entender la rigurosa persecución de quien no paga los plazos de una hipoteca y la condonación de los millonarios préstamos de los bancos a partidos políticos y sindicatos. ¿A cambio de qué?

             Hacienda seremos todos, cuando los grandes defraudadores sean perseguidos, localizados, castigados y obligados a repatriar sus grandes fortunas, y el esfuerzo recaudatorio no se centre en quienes no tienen ni ingresos importantes ni posibilidad alguna de defraudar, presas fáciles para la Agencia Tributaria. Un éxito en la detección y castigo de los defraudadores, en el terreno del “dinero negro” o la evasión de capitales, reportaría a las arcas del Estado muchos más ingresos que  miles de contribuyentes “controlados” por la Hacienda Publica.

sábado, 10 de noviembre de 2012

EL DINERO NO ES SECESIONISTA

(Publicado en el Diario de Cádiz el sábado 10 de Noviembre de 2012)

ESTOY seguro de que no lo es. Caixabank es el cuarto banco español por cuota de mercado con un 11,1 por ciento, Sabadell el sexto, con un 3,7 y Catalunya Caixa el séptimo con el 3,1 por ciento. Casi el 18 por ciento del mercado bancario español en manos de tres bancos catalanes.

Pero no solo eso, Caixabank es el primer banco minorista, lo que equivale a decir que es el que cuenta con el número más alto de clientes, 1.636 sucursales en Cataluña y nada menos que 4.370 oficinas en el resto de España.

Repsol, Telefónica, Gas Natural y otras empresas españolas tienen entre sus más importantes accionistas a Caixabank, por destacar solo las más conocidas.

La editorial con más influencia en el mundo de habla hispana, Planeta, del catalán de Barcelona, José Manuel Lara Bosch, ya ha anunciado que si se produce la secesión, Planeta se trasladará a otra ciudad española. "Ninguna editorial del mundo tiene su sede en un país extranjero, con un idioma distinto al que utiliza en sus publicaciones" ha dicho Lara.

Entre un 25 y un 50 por ciento de las empresas establecidas en Cataluña iniciarían un proceso de deslocalización, según informes bancarios solventes, lo que supondría una rápida y drástica caída del Producto Interior Bruto catalán, lo que tampoco ayudaría a saldar su deuda de más de 40.000 millones de euros (pásenlo a "pelas", o como quiera que se llame la nueva moneda catalana y verán que susto), cuando, además, es imposible una financiación externa con bonos "basura", según las agencias de calificación de riesgo.

No hacen falta campañas en Internet contra el consumo de productos catalanes, que las hay en abundancia y algún efecto tienen, al igual que en supermercados catalanes destacan sus propios productos incitando a su consumo. Grandes superficies como Mercadona, están sufriendo el boicot de sus productos de origen catalán, y multinacionales como Telepizza han dejado de patrocinar programas en las televisiones catalanas.

Los Comisarios europeos Vivian Reding y Joaquín Almunia, junto con el presidente del Consejo, Herman Van Rompuy, lo han dejado muy claro: "Nadie obtendrá nada del separatismo". El dinero es muy conservador, huye del riesgo y la aventura, no es secesionista.

sábado, 3 de noviembre de 2012

ECONOMIA Y DESEMPLEO


             Dicen, sin ruborizarse, que pasaremos de los seis millones de parados, que no se creará empleo neto hasta que haya un crecimiento de, al menos, un dos por ciento del PIB, y que la tendencia no empezará a cambiar hasta el segundo semestre de 2013.
             El Gobierno de la Nación se encontró con más de cinco millones de desempleados y un déficit en las cuentas del Estado, incluidas las autonomías, muy superior al seis por ciento anunciado por el Gobierno saliente. Una situación de la banca sencillamente de ruina, con cierres y fusiones hechas a la carrera para salvar los muebles (indemnizaciones millonarias de sus directivos).

            Por si no fuera poco, empiezan a conocerse nuevos y más  graves casos de corrupción entre políticos  y administradores, públicos y privados, que han dilapidado, o se han “desviado” hacia bolsillos amigos o suyos, miles de millones de Euros.
             Y además, se han realizado faraónicas obras publicas absolutamente prescindibles, como aeropuertos sin aviones, estaciones de ferrocarril sin pasajeros, y por contraste, otras obras necesarias, que al no contar con presupuesto suficiente para su terminación o mantenimiento, se encuentran ya abocadas a la ruina (algunas, como la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Cádiz, cuatro años paralizada por falta de recursos económicos, casi en fase de ruina, mientras los alumnos están amenazados de no poder finalizar sus estudios en la UCA).
              No hay dinero, el país esta en la ruina, se ha malgastado, se ha administrado gravemente mal, se ha robado y nadie es responsable, nadie está en la cárcel (muy pocos y de segunda fila) y no hay indicios de que se vayan a llenar los juzgados de políticos y administradores del dinero publico, más bien al contrario, se tapan las vergüenzas unos a otros y ahí queda todo.

             Llama la atención, por el contrario, que no cesen la ayudas multimillonarias a la banca, una de las partes que más culpa tiene en la actual situación, y los ajustes ( recortes presupuestarios para bajar drásticamente el déficit heredado), se hagan a base de subidas indiscriminadas de impuestos y facilitar las condiciones de los despidos.
            Mientras tanto, millones de españoles, familias con niños incluidos,  acuden a diario a Caritas y otros comedores sociales (ninguno de los sindicatos), para no morir de hambre. Otros, desesperados, han optado por el suicidio ante un inminente desahucio.  Y seis millones esperan que esta crisis termine y puedan volver a ganarse  la vida, la de ellos y sus familias, con un trabajo digno.
             Si España, su Gobierno, se decide finalmente a solicitar un rescate a la Unión Europea, que no sea para seguir salvado bancos, a quien hay que rescatar es a los españoles. Si el sistema bancario es fundamental, lo es en virtud de su función social y de su implicación en el tejido empresarial, como proveedor de recursos económicos, no solo para presentar balances brillantes a sus accionistas.  

             Han desaparecido muchas entidades bancarias, sobre todo Cajas de Ahorros, pero quizás tengan que desaparecer muchas más. Alemania tiene la mitad de sucursales bancarias que España. Esa sería la primera y más importante reestructuración del sistema bancario. La segunda y aun más urgente, es que esas entidades bancarias que ponían alfombra roja a sus clientes para captar sus ahorros y “venderles sus preferentes”, como quien hace un gran favor, dieran una moratoria a esos clientes que están en el paro y no pueden pagar sus hipotecas, e incluso una quita que alivie en lo posible estas situaciones personales, tal como han hecho con los millonarios prestamos a los partidos políticos.
           Los bancos, a pesar de la crisis, siguen ganando dinero, aunque algo menos por tener obligatoriamente que aumentar sus reservas, y van a seguir recibiendo ayudas muy ventajosas de la Unión Europea. No pueden seguir perdonando deudas a partidos y sindicatos y exigiendo el pago de las suyas a las pequeñas empresas y ciudadanos.
           Y todo esto, ¿A dónde nos lleva? Pues a que se siguen haciendo las cosas mal, o para ser más justo, se hacen a medias. Se pone el acento en el déficit y la deuda, que hay forzosamente que rebajar de forma drástica, pero se pueden y se deben hacer muchas más cosas:

                       -  No conceder ventajas fiscales (ya se ha visto el resultado) a esos miles de millones de “dinero negro”, de esa economía sumergida (que no tributa) y que se calcula casi en el treinta por ciento de Producto Interior Bruto (PIB). Perseguir ese fraude debería ser la más importante y prioritaria función de la Agencia Tributaria. Alemania lo ha hecho y ha destapado muchas cuentas en paraísos fiscales gracias a la colaboración entre gobiernos.

                       -  Lo ya apuntado respecto a la reestructuración del sistema bancario.

                      - Créditos blandos, moratorias, quitas y lo que haga falta, al comercio, a las pequeñas y medianas empresas y a los autónomos, generadores del noventa por ciento del empleo y que están cerrando por miles. Y si no se puede obligar a la banca privada, que si se puede, que lo haga el ICO.

                       - A los parados, pero sobre todo a las familias donde no hay ningún ingreso y viven de la caridad y ayudas familiares, moratorias bancarias, exención del pago de impuestos en bienes de primera necesidad (recibos de electricidad y agua con un sesenta por ciento en impuestos), viviendas sociales, colegios gratuitos, pero gratuitos al cien por cien, nada de libros, comedores, actividades extraescolares y demás recargos más o menos justificados. Asistencia sanitaria gratuita, incluidos medicamentos.

                      - Obras publicas (y su dotación y mantenimiento posterior) absolutamente necesarias y justificadas como de utilidad social. Terminar las ya iniciadas y en las que se ha hecho inversiones muy importantes, antes de que su deterioro las haga irrecuperables.

       Cuando empresas españolas como Zara, Mercadona y otras, tanto exportadoras como exclusivamente con mercado interior, son capaces de crecer y crear empleo en plena crisis, habrá que deducir, sin entrar en otras consideraciones, que están muy bien gestionadas. En eso consiste el problema: No contamos con buenos gestores y cuando los recursos escasean, no es que sean necesarios, es que son imprescindibles.

sábado, 27 de octubre de 2012

BRITA Y LOS ÁCRATAS

(Publicado en el Diario de Cádiz el sábado 27 de Octubre de 2012)


MAS de 2.300 manifestaciones en Madrid en lo que va de año, muchas de ellas terminadas en graves disturbios, no son la consecuencia del malestar popular por los recortes del Gobierno. Si fuera así, en Mayo de 2010, cuando el ex Presidente Zapatero inició, por "consejo" europeo, sus propios recortes, los afectados hubieran iniciado entonces esta interminable sucesión de manifestaciones.


Los sindicatos mayoritarios, UGT y CCOO, tan silentes entonces, hubieran hecho alguna huelga más, general o sectorial, como ahora organizan día si y otro también. No quiero pensar que su cambio de actitud y creciente radicalización, incluidos los asaltos a supermercados del SAT, puedan ser consecuencia de una perdida de subvenciones o disminución del número de liberados.


Tampoco parece que los casi seis millones de parados sean la causa de tanta protesta en las calles. España, por muchas razones, pero fundamentalmente por las malas políticas de empleo, (algo tienen que ver sindicatos, patronal y gobierno), ha sido siempre uno de los más destacados en cifras de paro laboral, así que esta no es una razón sobrevenida, aunque las cifras suban sin parar, millones de parados, desgraciadamente, hemos tenido siempre.


Si no son los afectados por los recortes, ni los sindicatos, ni los parados. ¿Quién organiza tanta movilización popular?, me pregunta Brita desconcertada.

Le contesto a la gallega, recordando mi ascendencia paterna: ¿A quien benefician?

No creo que beneficien a nadie, me contesta, y menos a la imagen de España en Europa, de donde tiene que venir el dinero para el rescate. ¿Quién o quienes pueden querer deteriorar aun más la situación?

Pues si que los hay, querida Brita. Son grupos transversales de ideología de izquierda radical, que se refugian en algunos sindicatos, partidos o asociaciones, y que aprovechan el malestar de funcionarios, obreros, o estudiantes para "sacarlos a la calle" y trufarlos de auténticos profesionales de guerrilla urbana.

Son, quizás te suene, los "antisistema", ácratas, libertarios...los del "cuanto peor mejor", pescadores en río revuelto. Ocupan el espacio de un PSOE en retirada. Movilizan y utilizan a ciudadanos indignados, presas fáciles para sus propios fines. Y enfrente la nada, …o casi.

lunes, 22 de octubre de 2012

ESPAÑA NO SE LO MERECE


            Me refiero a los españoles, a millones de españoles que asisten atónitos, sorprendidos y asustados por la deriva de los acontecimientos políticos y económicos en España.

 La terrible crisis económica, a pesar de las oscilaciones y ligeras mejoras de los indicadores, sigue generando desempleo continuamente, tanto en las empresas públicas como privadas, acompañado de una más que alarmante caída de la actividad económica, ayudada a su vez por una subida de impuestos, especialmente el IVA, que retrae considerablemente dicha actividad.

 Cierran los comercios y empresas, se escapa el capital y hasta nuestros jóvenes mejor preparados, no hay créditos bancarios y lo único que continua subiendo es nuestra deuda exterior, (digo nuestra porque la pagaremos todos los españoles).

 En pocas palabras, no se generan recursos, ni se reciben inversiones  que ayuden a recuperar, al menos, una cierta actividad económica. Los presupuestos del Estado y las Comunidades solo contemplan el pago de intereses de las deudas respectivas y los sueldos de funcionarios, pensionistas, parados, políticos, subvencionados…, dinero nada productivo, mientras dedican muy pocos recursos a la creación de actividad económica y empleo.

 Las causas de esta debacle están muy claras y se han venido generando en los últimos veinte años. Es el cuento de la hormiga y la cigarra, o como dice Armas Marcelo en  “Los años que fuimos Marilyn” (Espasa – Calpe 1995), no hemos sabido, cuando podíamos, poner las bases de un Estado moderno, con unas estructuras política, económica y social fuertes, que nos aseguraran el futuro.

 Nos hemos dedicado, nuestros políticos se han dedicado y se lo hemos consentido, únicamente a hacer política con minúscula. Han creado un monstruo político con dieciocho cabezas que nos está devorando, pero lo peor no es lo ya vivido, lo peor, desde el punto de vista de muchos españoles, es que no se vislumbra la más mínima señal de corrección del camino erróneo tomado, nada que nos traiga un poco de esperanza.

 Ni una sola medida dirigida a reducir drásticamente el gasto en políticos, asesores, empresas públicas escasamente productivas, subvenciones sin sentido, estructuras políticas del Estado y la Autonomías. Nada de eso ocurre, ni se propone siquiera. Los dos partidos mayoritarios (hasta ahora) no son capaces de ponerse de acuerdo en esto ni en nada, y el tiempo pasa muy deprisa y en contra de todos los españoles.

 Los resultados de las elecciones vascas de hoy, 21 de octubre, deberían ser la llamada urgente al entendimiento entre estas dos fuerzas políticas. España esta necesitada de un urgente rescate económico y político porque los que deberían haber adoptado las medidas para evitarlo, antes y ahora, no lo han hecho y ya ha pasado la última oportunidad, la mayoría absoluta del Partido Popular.

 En las elecciones autonómicas de hoy en País Vasco y Galicia, el PSOE retrocede de forma considerable en ambas, y el PP lo hace en el País Vasco, mientras consolida su mayoría absoluta en Galicia. Lo ocurrido hoy, y las previsiones para dentro de un mes en Cataluña, donde la presencia de PP y PSOE van a pasar a ser testimoniales, dibujan un panorama político del que parecen no ser conscientes los dirigentes de estos partidos. Su actitud irresponsable ha propiciado una huida del electorado y ese vacío lo llenan los nacionalistas y secesionistas.

 Ellos tienen lo que se merecen porque no han sabido gobernar, pero nosotros, los españoles que sufrimos las consecuencias no nos lo merecemos.

sábado, 13 de octubre de 2012

LA ARMADA Y EL VOLUNTARIADO

(Publicado en el Diario de Cádiz el sábado 13 de Octubre de 2012)

CON motivo de un reportaje para una televisión local, en la sede de Caballeros Hospitalarios de Cádiz, fui presentando al periodista a quienes allí se encontraban trabajando: "Fulanito, presidente, es capitán de navío; Menganito, también capitán de navío,…", y así hasta cuatro, incluido quien les habla.

Dos coroneles de Intendencia de la Armada son responsables en Cádiz de la Asociación de Lucha contra el Cáncer y Tartessos, respectivamente, y capitanes de navío al frente de delegaciones de Cáritas y Madre Coraje, y no solo como máximos responsables, sino en todos los niveles de estos trabajos solidarios.

No cito sus nombres porque no me lo permitirían, pero muchos gaditanos los conocen y tratan a diario. Solo he oído elogios de todos ellos, a su labor desinteresada y a su entrega sin límites a los más necesitados, los excluidos sociales, los sin techo y, en definitiva, a una sociedad gaditana donde las labores asistenciales son cada día más necesarias.

Naturalmente que hay muchísimos voluntarios en estas instituciones que tienen o han tenido otras profesiones. En realidad la diversidad dentro del voluntariado es muy grande, pero llama la atención que, en este momento, los responsables de cinco organizaciones de esta naturaleza sean oficiales de la Armada.

No es casual, y en contra de lo que algunas personas piensan, la formación humanística que se recibe en una carrera militar no tiene nada que envidiar a la que reciban otros profesionales, por no decir que es superior, al menos en un aspecto básico, no se olvide que se nos forma para dirigir personas, en toda la extensión de la palabra, y aun más, para dirigir personas en situaciones difíciles.

Sabrán perdonar mis compañeros el hacer publica esta circunstancia sin su consentimiento, que seguro no me darían, pero lo hago porque creo que es de justicia resaltarlo, y porque se escriben y dicen descalificaciones hacia los militares a las que habitualmente nadie responde. Quienes lo hacen, sin duda desde el desconocimiento, o se refieren a circunstancias y hechos puntuales de los que nadie está libre, pero lo que aquí relato no es una casualidad sino el resultado de una formación en valores de solidaridad, compañerismo, abnegación, … que, aunque no nos son exclusivos, hemos vivido durante nuestras vidas militares.

domingo, 7 de octubre de 2012

ESPAÑA EN LA CHAMPIONS LEAGUE


(Este artículo fue escrito en Abril de 2009, ya inmersos en la crisis de la que nuestro Gobierno   no se habia enterado, o hacía como si no lo supiera, y el Presidente Zapatero hacia declaraciones en las que nos situaba al nivel de los paises más desarrollados (la Champions League la llamaba). Actualizado al día de la fecha, quizás ayude a entender nuestra situación y nuestras esperanzas.


Bien claro lo dijo nuestro ex Presidente del Gobierno hace unos años, claro que creo que no se debía referir a la misma Champions League (C.L.) de la que voy a hablar. Por desgracia para todos los españoles, la C.L. de Zapatero era la Economía Mundial donde, según nuestro ex Presidente de Gobierno, ocupábamos un lugar destacado, (ya con esta terrible crisis económica encima, aunque él no lo viera), y con una sólida base económica a prueba de crisis importadas de Estados Unidos o de donde fuera.


Como ha quedado a estas alturas más que probado, ni C.L. ni nada parecido, y de solidez económica, con casi seis millones de parados, ya me contarán de qué estamos hablando. Hay que tener muy poca idea de economía, y de todo, para confundir un boom económico propiciado fundamentalmente por una industria basada en el buen clima y precios competitivos, el turismo, y otra inflada artificialmente, muy por encima de las necesidades reales del país e incluso de los posibles clientes extranjeros, la construcción, con una “sólida economía”.


Ya se que para nuestros políticos, responsables de esta situación, pronunciarse en estos términos es ser antipatriota, pero… ocultar a los ciudadanos la verdad, ¿no es mas condenable?


Donde no hay quien nos discuta el liderazgo es en determinadas e importantísimas estadísticas, de las que hablaremos, todas ellas de factores negativos. Quizás sea esa, para nuestra desgracia, la C.L. a la que se refería el ex Presidente del Gobierno.


Factores que se consideran fundamentales para ser realmente un país destacado en el concierto mundial, y no hablo solo de la economía, inútil si no se traduce en mejoras sociales, sino en lo que son las esencias de un país, son sus valores positivos.


Para tener una sólida base industrial, el factor clave se llama competitividad, y en eso, por desgracia, una mayoría de nuestras industrias andan muy escasas y algunas de las que lo logran acaban cayendo en manos extranjeras (siempre hay honrosas y escasas excepciones). Me dirán que es fruto de la globalización, pero también lo es que tienen que competir con muchas y buenas empresas extranjeras, que no ceden fácilmente terreno en sus cuotas de mercado.


Así las cosas, no se puede salir al mercado exterior sin que nuestros productos tengan el valor añadido que los haga atractivos y … ¿Cómo se logra eso sin inversiones adecuadas en I+D+i? ¿Cómo se logra eso con unos índices de abstencionismo de auténtica C.L? ¿Cómo se logra eso con unos sindicatos subvencionados y miles de liberados sindicales? ¿Cómo se logra eso con una administración pública, lenta, ineficaz, cuadruplicada, obstruccionista y absolutamente controlada y al servicio de los partidos políticos? ¿Cómo se logra eso con una banca a la defensiva (después de una etapa de dispendio en la que obtuvieron grandísimos beneficios)? y ¿Cómo se logra eso con una sociedad sin la adecuada formación y, lo que es peor, sin interés en mejorarla?


Decir estas cosas, y alguna más de esta índole, está mal visto, es de “antipatriota” y baja la moral del país. Es mejor que todos sigamos en una nube y si vienen a decirnos, desde malintencionados foros o medios extranjeros, que España ocupa el primer lugar en población reclusa, paro laboral, fracaso escolar, consumo de drogas, número de funcionarios y coches oficiales,… pues nosotros a lo nuestro, campeones de Europa de fútbol, la Davis, el aborto libre a los 16 años, los matrimonios de homosexuales y otros logros de nuestra clase política.


Si he de ser sincero, el único rayo de esperanza me lo proporciona la creciente amenaza de una intervención de los organismos europeos, que a cambio de un rescate económico, o como quieran llamarlo, pongan orden donde nuestros políticos, por ineptitud o falta de valor, no son capaces.


Muchos españoles confiábamos en la mayoría absoluta del Partido Popular, bien para acotar los desorbitados gastos que una estructura política irracional, sobredimensionada, triplicada en sus órganos de gobierno ocasiona o, incluso, y dada la gravedad de la situación, que los dos partidos que se alternan (¿o debo decir alternaban?) en el Gobierno de la Nación llagaran a un Pacto de gobierno con la única finalidad de salvar la situación. Nada de esto se ha producido.


Dicen los expertos, que la recuperación económica de España tardará más que la de los países de la Eurozona. ¿Adivinan por qué? Relean un poco más arriba y encontrarán la respuesta. Tenemos que mejorar sustancialmente en todos esos parámetros, pero hay uno sobre todos que exige urgente acuerdo y acción inmediata: El sistema educativo. La base de la capacitación y formación integral de la sociedad entera, no puede estar al capricho o interés de un partido político, a tensiones nacionalitas o la indiferencia de la propia sociedad. ¿Alguien que no sea profesional de la enseñanza podría decir cuantos planes distintos de enseñanza llevamos sufridos en los últimos treinta años? Y, lo que es peor, ¿con qué resultados?


España ha perdido ya demasiados años en disputas internas partidarias y regionales, con los resultados que son patentes. La confianza en esta “clase política” está bajo mínimos, de ahí las continuas manifestaciones callejeras (más de 2.000 en Madrid en lo que va de año), aprovechadas por los grupos de agitadores profesionales (pagados) en aras del “cuanto peor, mejor”, tratando de sembrar el caos y conseguir el cambio de Gobierno, al parecer el único objetivo de los partidos políticos: gobernar, ostentar el poder, administrar el dinero que los españoles generamos con nuestros impuestos.


Este país, España, por historia, recursos y sobre todo por los  españoles, no se merece lo que le está ocurriendo, ni a sus causantes. Esperemos que, tocado fondo, algunos buenos españoles logren sacarnos de este marasmo. Den el paso al frente, asuman la responsabilidad, y por favor, no se retrasen.

sábado, 29 de septiembre de 2012

30 AÑOS Y 1.000 MUERTOS


        (Publicado en el Diario de Cádiz el sábado 29 de septiembre de 2012)


            30 años y 1.000 muertos después, los separatistas vascos y catalanes, no solo no han asumido y respetado la Constitución del consenso de 1978, sino que sus posturas se han radicalizado hasta la exigencia de la secesión.

            Será importante el papel activo, hasta ahora casi inédito, de esos millones de vascos y catalanes que no están dispuestos a renunciar a su nacionalidad española. Naturalmente no me refiero a las víctimas de ETA y sus familias, ni a algunos militantes políticos, periodistas y personas que han soportado y soportan la violencia, a veces verbal y muchas física, de esos radicales separatistas, que les niega hasta la educación de sus hijos en la lengua materna.

            Millones de españoles, hartos de esa violencia, del victimismo que sistemáticamente exhiben, del continuo chantaje, casi siempre económico, y de la presión social que los separatistas ejercen, piensan que sería mejor para todos que, de verdad, de una vez por todas, se produjera la separación total de estas comunidades. Al menos, piensan, nos evitaríamos las continuas tensiones.

             Vivía en Praga cuando se produjo la separación de Eslovaquia y Chequia. Los checos no se lo hicieron pedir dos veces. Se quitaban de un plumazo un buen número de conflictos con la minoría húngara que vive en el sur de Eslovaquia, y que cuenta hasta con universidades propias, las reivindicaciones de la minoría gitana, muy aglutinada y organizada políticamente…Ganaron tranquilidad.

              No es comparable, ni históricamente ni desde ningún punto de vista, solo desde el que contempla la desmembración de un país pero, dejando al margen importantísimas razones que existen y queramos argumentar, hay una, para mi esencial, ineludible: los españoles.

             30 años de soportar humillaciones, agresiones y persecución, 1.000 muertos por la violencia separatista y miles de victimas más de familiares y allegados, sin que ninguno de ellos adoptara la equivocada decisión de tomarse la justicia por su mano, y todos esos millones, silenciosos hasta ahora, que no quieren perder su condición de españoles, deben hacernos reflexionar sobre si el “que se vayan”, sería justo para todos ellos.

               Deben ser esos millones de catalanes y vascos de sentimiento españolista los que den el paso al frente, sin miedo a represalias, y se organicen y manifiesten públicamente oponiéndose a este despropósito. A ellos corresponde poner las cosas en su sitio,… mientras puedan.

sábado, 22 de septiembre de 2012

GENERALIZACIÓN DE LA VIOLENCIA


(Publicado en el Diario de Cádiz el 31 de Enero de 2011, no ha tenido que ser actualizado, todo sigue igual...)


          Los seres humanos, desde los tiempos de los que tenemos memoria, hemos sido protagonistas de los actos más heroicos y de las más detestables acciones criminales. Si, en el momento de nacer, colocáramos en los dos platillos de una hipotética balanza, en un lado nuestros valores positivos y en el otro los negativos, es posible que, salvo en los casos en los que la genética tenga una gran influencia, el fiel permanecería inalterable de su centrada posición.


          Pasan los años y cada uno/a va desarrollando su personalidad,  el fiel de la balanza comienza a inclinarse, y ya no volverá nunca al punto de partida. Conforme vayan sucediéndose experiencias de  todo tipo, y las influencias externas de los padres, amistades, familia, profesores o medios de comunicación social, afecten  más directamente, y con más fuerza, en su formación, el ser humano, compone su personalidad.


          Es decir, son muchos los factores que configuran nuestra personalidad: genética, ambiente social, amistades, educación…Pero de todos ellos, la formación, la adquisición y asunción como propios de determinados valores es lo mas decisivo.


          Aquellos cuyo índice de la balanza, por una u otra circunstancia, se ha desplazado hasta posiciones extremas, se convierten, por un lado, en potenciales héroes, y por el otro, en un peligro para sus semejantes, estos últimos han llegado a tal grado de degeneración humana que, por imposible que nos resulte de entender, para ellos las vidas ajenas no tienen ningún valor.


          Más simple: quienes han tenido la suerte de adquirir durante su formación valores positivos, desarrollaran estos valores haciendo a sus semejantes destinatarios de su afecto, su ayuda, su compañía, su amor, hasta llegar al extremo de sufrir y padecer por los demás.


 Por el contrario, quienes, para su propia desgracia y la de sus semejantes, la vida les ha llevado a una total ausencia de valores positivos, son capaces de cometer los más execrables crímenes. Pero no se llega a los extremos que hoy nos entristecen de una forma súbita. Existe una gradación en el crimen. Un pequeño delito impune, anima a su autor a intentar otro de más gravedad, siempre se justificará  para seguir delinquiendo y en último caso culpará a “esa sociedad que lo ha hecho así”. En realidad esa sociedad, que no ha corregido adecuadamente los pequeños desvíos iniciales, es, hasta cierto punto, co responsable.


          Los dos extremos, de esa hipotética balanza que usamos como ejemplo, nos llevan del amor sublime que todo lo da, al odio enfermizo que  es capaz de inmolarse, si con ello logra la muerte del mayor número de personas inocentes posible, de prender fuego a un templo, estrellar un avión o hacer estallar unos explosivos en unos trenes llenos de pasajeros.


Universalmente reconocidos por la entrega y amor a sus semejantes, Gandhi, Sor Teresa de Calcuta, son solo dos ejemplos de los millones de seres humanos cuyo paso por la Tierra ha dejado una huella importante y positiva para la humanidad. No morirán nunca, porque su recuerdo permanecerá por siglos.


Seguimos hablado de seres humanos, pero al otro lado del espectro y encontraremos personajes como Osama Bin Laden, De Juana Chaos, asesinos en serie, terroristas, pederastas, violadores,… gente sin escrúpulos, para los que la vida humana ha perdido todo valor.


Y en medio de esos extremos nos encontramos el común de los mortales, solo que aquí también hay diferencias y muy grandes. Junto a quienes viven sus vidas como meros espectadores de cuanto ocurre a su alrededor, incapaces de aportar lo más mínimo, sin que las imágenes, no por frecuentes menos dramáticas, de muertes masivas debidas a la extrema pobreza, (dejar morir de hambre también es terrorismo) catástrofes naturales, crímenes o actos terroristas, conmuevan sus corazones. Incapaces de sumar su pequeño esfuerzo económico, de denuncia o de presencia, al de  otros ciudadanos mas responsabilizados.


No hablo ya de quienes, siguiendo una vocación de servicio, han orientado sus vidas hacia la seguridad, la salud,  la subsistencia o el consuelo humano y espiritual de quienes no tienen ni lo más imprescindible. Médicos, Fuerzas de Seguridad, Misioneros, Militares, Bomberos, que abandonan la comodidad del llamado Primer Mundo, para acudir allí donde se les requiere, donde nadie, sino ellos, consiguen, a veces con riesgo de sus propias vidas, llevar algo de consuelo a tanta necesidad.


Hablo de lo que podemos hacer desde aquí, cada uno desde donde se encuentre. Nos excusamos con frases como: “es tan poco lo que puedo aportar, que no serviría de nada”, “las ayudas nunca llegan a los necesitados, los líderes africanos se encargan de ello”, o, “denuncias y a los cinco minutos ya están en  la calle” y muchas más que apenas sirven para descargar un poco nuestras acomodadas conciencias.


          Nos quejamos constantemente de aumento de la violencia a nuestro alrededor. Vandalismo callejero, agresiones a profesores y sanitarios, violaciones, robos con violencia, amenazas terroristas, violencia domestica, pederastia, estafas, robos y todo tipo de manifestaciones, de lo peor de la especie humana. A veces mucho más cerca de nosotros de lo que nos gustaría, y ¿Qué hacemos? Habitualmente mirar para otro lado, no comprometernos, no denunciar, no defender a las victimas. Esconder la cabeza debajo del ala y, en esa postura, es posible que un día nos sorprenda una acción violenta de la que seamos victimas.


          La violencia, lo hemos dicho más arriba, tiene etapas, y no erradicarla en sus inicios, no corregirla cuando todavía “son cosas de tres incontrolados”,  puede degenerar en sangrientos episodios, como los que nos sorprenden a diario en demasiadas partes del mundo. 

sábado, 15 de septiembre de 2012

BRITA Y LA JUSTICIA


    (Publicado en el Diario de Cádiz el día 15 de Septiembre de 2012)


            Una noticia publicada en estos días ha sido piedra de escándalo para nuestra particular inquisidora: “Una importante compañía eléctrica, quizás la más importante del país, ha abonado indemnizaciones millonarias a los perjudicados por unos incendios provocados por el mal estado de unas conducciones eléctricas, “dieciocho años más tarde de la primera sentencia condenatoria”.

             Algunos de los perjudicados han fallecido hace años y todos han rehecho sus vidas como han podido, arruinados completamente por la falta de responsabilidad de una gran empresa que se negaba a indemnizar a quienes, negligente y gravemente, había perjudicado. Ya se sabe, si se dispone de suficiente respaldo económico, se contratan los mejores abogados y se recurre una y otra vez y todas las que hagan falta. En este caso, al menos, aunque muy tarde, se ha hecho justicia.

 Si, pero, una justicia tan lenta no es justicia, me objeta. Tienes razón, le concedo, pero además te aportaré un dicho muy nuestro. Hay quien dice que se trata de una maldición gitana: “Pleitos tengas, y los ganes”. ¿Lo entiendes?, ¿no?

 Pues es una forma de decirte que si caes en la rueda de la justicia, aunque termines ganando al cabo de muchos años, el sufrimiento que te espera será insoportable.

 Me comenta que para completar esta parte de su tesis ha tenido la oportunidad de visitar algunos juzgados donde apenas había sillas libres para sentarse, ocupadas todas por cientos o miles de legajos que esperaban pacientemente su turno de ser despachados. Le aclaro que el sistema informático de la administración de justicia no está, desgraciadamente, a la cabeza de la tecnología, y la interconexión entre juzgados es tan deficiente que se producen excarcelaciones de peligrosos delincuentes con varias causas pendientes, simplemente por haber saldado una de las penas impuestas y le refiero el caso del asesino de una niña de Huelva y algunos más que conozco.

 El 28 de mayo de 2001, es decir, hace más de 11 años, el PP y el PSOE suscribieron un “Pacto de Estado para la reforma de la Justicia” que empezaba con estas palabras:”Los españoles, comenzando por quienes dedican su vida al servicio de la Justicia, demandan inequívocamente un esfuerzo profundo de mejora y modernización de nuestro sistema judicial”. Pues bien, querida Brita, once años después lo seguimos demandando inútilmente.    

miércoles, 12 de septiembre de 2012

INTIMIDAD Y VIDEOVIGILANCIA


(Publicado en el Diario de Cádiz en Noviembre de 2010. No ha habido necesidad de actualización, está tal cual salió publicado en su día. Viene hoy al blog por unos incidentes (pintadas con amenaza de muerte sobre una queridísima institución, una ONGD), por parte de unos "desconocidos", que esperamos que pronto la policia localice, con cámaras o sin ellas.


            Cada vez que se aborda, por quien tiene la competencia para hacerlo, es decir, Gobierno, Ayuntamientos, entidades bancarias, y establecimientos públicos o privados, la posibilidad de instalar cámaras de video vigilancia, aparecen voces en contra con el argumento de que tal acción supone la: “Violación de la intimidad de las personas”

            Vamos con algunas definiciones: Según la RAE “Intimidad: Zona espiritual intima y reservada de una persona o de un grupo”, o “Ámbito de la vida privada que se tiene derecho a proteger de cualquier intromisión”

             Garantías Constitucionales: Art. 18 “Se garantiza el derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen”, especificando en el mismo articulo… “los ámbitos” concretos a los que se refiere, cuando cita expresamente, “el domicilio es inviolable”, el “secreto de las comunicaciones…postales, telegráficas, telefónicas…informática…”

             Y en cuanto a “la publicación y difusión de imágenes personales”, que no su “captación”, hay sentencias para todos los gustos: exculpatorias porque  el factor determinante que hace a estas fotografías legales es el hecho de haber sido tomadas  en un lugar publico como lo es la playa” y por el contrario, sobre la misma cuestión, condena al autor de otras fotos porque las personas fotografiadas “no se encontraban en una playa concurrida sino en un lugar de difícil acceso”.

              La Agencia Española de Protección de Datos, en su memoria de 2009, ha subrayado que la video vigilancia ha experimentado, solo en el último año, un crecimiento del 240 por ciento.

               La proliferación de estos, y otros más sofisticados, sistemas de vigilancia es innegable,  desde el simple cajero automático, los grandes centros comerciales, las carreteras, instalaciones militares, joyerías, viviendas privadas, y todo tipo de comercios, hasta un largo etcétera.

              Nadie parece intimidado en su vida cotidiana por la existencia de estos miles de sistemas, cuyo objetivo, no se olvide, es garantizar, precisamente, la seguridad de los ciudadanos y de sus bienes.

               Estos dispositivos han evitado multitud de actos delictivos o, en algunos casos, ha servido para la identificación de sus autores. Lo mismo terroristas preparando o perpetrando un atentado, que delincuentes comunes manipulando un cajero automático o realizando cualquier otro de delito.

              Ninguna persona honrada tiene nada que temer de la existencia de estos sistemas de vigilancia. Mas bien todo lo contrario, agradecer su existencia que, tal vez directamente, le evite un desagradable incidente o sirva para identificar a quienes lo han realizado.

               Los propios cuerpos de Seguridad del Estado y las policías locales, aconsejan la utilización de video cámaras o incluso los servicios de empresas de seguridad privadas, para proteger los bienes o instalaciones.

                 Llama la atención que una cuestión tan extendida en el mundo entero, mas sofisticadas e indetectables cuanto mas nivel tecnológico es posible contratar, levante alguna protesta, por muy minoritaria y localizada que sea. La intimidad a la que aluden en defensa de sus posturas estaría reservada a espacios privados, no a la vía pública, donde todos somos libres de comportarnos como nos apetezca, sin invadir espacios ajenos de ninguna naturaleza. Con un comportamiento así no hay nada que temer de cámaras, vigilantes, policías…

                 Contaré, para terminar, si me lo permiten, una experiencia propia: En una empresa de la que era Gerente, se detectaron varios robos en las taquillas de los vestuarios. La plantilla era de unas 250 personas trabajando a tres turnos rotativos y los robos no seguían una pauta determinada de horario o fecha.

                 Tuvimos una reunión con el comité de Empresa y se estudiaron varias propuestas (se contaba ya con un servicio de vigilancia de una empresa privada, que no había detectado, en sus frecuentes rondas, nada extraño) y, tras un corto debate, se acordó por unanimidad, la instalación de tres cámaras de vigilancia, naturalmente fuera del los vestuarios, espacio privado, enfocando las 24 horas del día a sus puertas de entrada y salida.

                   Se instalaron en lugares inaccesibles, pero muy visibles para todos. Se informó públicamente de su instalación, aunque eran tan visibles que no hacia falta en realidad. En la fábrica ya existían, desde hacia tiempo, otras cámaras en cabinas de accesos, zonas reservadas, oficinas, etc. Solo se planteó la duda cuando hubo de delimitarse “el espacio privado”, en este caso el interior de los vestuarios.

                  ¿Hace falta decir que los robos cesaron en los vestuarios de la empresa? No volvieron a repetirse, ni allí ni en ninguna otra dependencia de la fábrica. Y todos lo agradecieron…todos menos, naturalmente, sus autores.