sábado, 29 de septiembre de 2012

30 AÑOS Y 1.000 MUERTOS


        (Publicado en el Diario de Cádiz el sábado 29 de septiembre de 2012)


            30 años y 1.000 muertos después, los separatistas vascos y catalanes, no solo no han asumido y respetado la Constitución del consenso de 1978, sino que sus posturas se han radicalizado hasta la exigencia de la secesión.

            Será importante el papel activo, hasta ahora casi inédito, de esos millones de vascos y catalanes que no están dispuestos a renunciar a su nacionalidad española. Naturalmente no me refiero a las víctimas de ETA y sus familias, ni a algunos militantes políticos, periodistas y personas que han soportado y soportan la violencia, a veces verbal y muchas física, de esos radicales separatistas, que les niega hasta la educación de sus hijos en la lengua materna.

            Millones de españoles, hartos de esa violencia, del victimismo que sistemáticamente exhiben, del continuo chantaje, casi siempre económico, y de la presión social que los separatistas ejercen, piensan que sería mejor para todos que, de verdad, de una vez por todas, se produjera la separación total de estas comunidades. Al menos, piensan, nos evitaríamos las continuas tensiones.

             Vivía en Praga cuando se produjo la separación de Eslovaquia y Chequia. Los checos no se lo hicieron pedir dos veces. Se quitaban de un plumazo un buen número de conflictos con la minoría húngara que vive en el sur de Eslovaquia, y que cuenta hasta con universidades propias, las reivindicaciones de la minoría gitana, muy aglutinada y organizada políticamente…Ganaron tranquilidad.

              No es comparable, ni históricamente ni desde ningún punto de vista, solo desde el que contempla la desmembración de un país pero, dejando al margen importantísimas razones que existen y queramos argumentar, hay una, para mi esencial, ineludible: los españoles.

             30 años de soportar humillaciones, agresiones y persecución, 1.000 muertos por la violencia separatista y miles de victimas más de familiares y allegados, sin que ninguno de ellos adoptara la equivocada decisión de tomarse la justicia por su mano, y todos esos millones, silenciosos hasta ahora, que no quieren perder su condición de españoles, deben hacernos reflexionar sobre si el “que se vayan”, sería justo para todos ellos.

               Deben ser esos millones de catalanes y vascos de sentimiento españolista los que den el paso al frente, sin miedo a represalias, y se organicen y manifiesten públicamente oponiéndose a este despropósito. A ellos corresponde poner las cosas en su sitio,… mientras puedan.

2 comentarios:

  1. Permitidme contestar por aqui de una forma general algunos correos recibidos: Una columna de prensa, por su limitada extensión, no permite abordar muchos temas en un mismo artículo, ni siquiera profundizar demasiado. Digamos que se queda mucho artículo en el tintero, o cuestiones apenas insinuadas. El lector sabrá disculpar esas limitaciones y con su inteligencia suplirá lo no explícito. Gracias a todos cuantos siguen este blog o a traves de la prensa escrita. Uno escribe para ser leido, y si lo que escribe resulta de interes para muchas personas (al menos eso reflejan los correos y comentarios)estamos en la buena línea.Gracias.

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  2. Junto a los que desean la independencia y separatismo debe de haber otros muchos ciudadanos,tanto de Cataluña como del Pais Vasco, que desean seguir siendo españoles-aun sintiendose catalanes y vascos-.
    Porque el sentimiento de pertenecer a una región no tiene que conllevar a posicionamientos de exclusión.
    La historia ha demostrado en numerosas ocasiones las terribles consecuencias que producen los nacionalismos.
    Esperemos a este respecto,en España, vuelva la mar a estar en calma y podamos convivir con nuestras diferencias regionales,pero todos juntos.

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