- - Te
llamo para otra cosa, pero ¿tú entiendes algo de este galimatías que ha
resultado de las últimas elecciones en España?
- - Bien
Brita - le respondo – una palabra nueva en tu cada día mejor vocabulario
español. Yo también lo llamaría, apunta, guirigay, pero te confieso que la
realidad, los resultados, han superado con mucho las previsiones más
derrotistas. Claro que según para quien, como siempre. Ya veremos en qué acaba.
Entonces, si quieres, hablamos.
- - De
acuerdo, ya hablaremos. Hoy te llamaba, después de tanto tiempo, porque llegué
a España hace unos días y en un programa de televisión oí a un juez de menores,
Calatayud, creo que se llama, decir que el Presidente Aznar había cometido un
gravísimo error suprimiendo el servicio militar obligatorio. Me sorprendió
mucho.
- - Si
Brita, yo también vi ese programa. Te explico: El juez Emilio Calatayud,
efectivamente es Juez de Menores en Granada y se ha hecho muy famoso en España por
sus sentencias, siempre orientadas a la recuperación de esos jóvenes
delincuentes que pasan por su juzgado.
Suele condenar a trabajos
sociales que hacen recapacitar a los condenados sobre el mal causado y, según
él mismo, en el ochenta por ciento de los casos consigue su objetivo.
- - ¿Pero
qué tiene eso que ver con el servicio militar?- seguía preguntando Brita
impaciente, pensando que me iba por las ramas.
-
Pues
tiene que ver con ese otro veinte por ciento que él llama “carne de cañón”, o
muy difícilmente recuperables. Esos son los que él piensa que, si hubieran
pasado por un cuartel o campamento militar, aunque solo fueran unos meses, habrían adquirido hábitos y
valores incompatibles con una vida de delincuencia reiterada.
-
Pero
esos valores y esos hábitos también se adquieren en las familias y los
colegios, no hace falta ser militares para tenerlos. Yo creo que los tengo y no
soy ni he sido militar.
-
Tienes
razón. También se pueden adquirir en las familias y en los colegios, como tú
dices, pero la realidad actual en España es que todos esos chicos no los han
adquirido en su momento, por dejación de los padres fundamentalmente y por
permisividad de profesores y educadores. Por eso el juez Calatayud decía, y yo le doy
la razón, que en la “mili”, los chicos salían mucho mejor que habían entrado y
que es una pena que se suprimiera.
-
Tú
eres militar, tú sabrás si tiene o no razón.
-
Por
eso te lo digo. Hace ya muchos años, pero me acuerdo que en algunos barcos se
daban clases a los marineros y muchas veces eran otros compañeros suyos con
mejor formación académica los que daban las clases, pero no solo en ese
aspecto, también aprendían a obedecer, ser disciplinados, tener compañerismo,
respetar no solo al superior en grado sino a sus propios compañeros, compartir,
ayudar,…
-
Bueno,
lo entiendo, pero me sigue sorprendiendo que un juez eche de menos la “mili”
obligatoria, como si no hubiera otra salida.
-
Brita,
¿has leído encuestas del CIS sobre las instituciones españolas?.
-
Alguna,
pero no recuerdo ahora…
-
Te
refresco la memoria: La institución más valorada por los españoles son las
Fuerzas Armadas. ¡Quién nos lo iba a decir hace unos años ¡ y lo son porque se
han dado cuenta de cuáles son las virtudes que acompañan a esta profesión y que
te acabo de enumerar. Virtudes que la sociedad echa en falta en otras instituciones
y otros servidores públicos que no hace falta que te aclare.
-
Supongo
que la propuesta del juez no pasará de ahí.
-
Por
desgracia. No digo yo un servicio militar obligatorio, pero algo parecido a lo
que tienen en Suiza, una formación castrense básica para toda la población que,
desde luego, no les va a sobrar en su vida civil, algo que supla los
desastrosos resultados educativos de España, hasta que los políticos se decidan
a dejar de lado sus intereses partidistas y piensen un poco más en España.
Hasta que firmen un Pacto Nacional por
la Educación, y los padres se conciencien de la responsabilidad que adquieren
cuando traen a un hijo al mundo.
-
He
oído que este juez ha publicado un “Decálogo para formar a un Delincuente”. ¿Es
eso cierto?
-
Si.
No te sorprendas. Puedes verlo en cualquier buscador de Internet y te aseguro
que muchísimos padres españoles lo siguen al pie de la letra. Así los juzgados
de menores están cada vez más colapsados. Al final el juez va a tener razón y
alguna de las próximas generaciones restablecerá la “mili” obligatoria. “Ya que
no somos capaces de educar a nuestros hijos, que lo hagan los militares”
pedirán en manifestaciones públicas.
-
No
seas exagerado Jaime.
-
Es
una caricatura, pero alguien tiene que hacerlo.
-
Bueno,
queda pendiente la charla sobre el “galimatías” electoral.
-
De
acuerdo. Lo dejamos por hoy. Llámame la semana que viene, a ver si se ha
aclarado un poco este guirigay que se ha formado con las elecciones.
Bien dicho. Para mi gusto no es tanto una formación militar sino una constatación de la disciplina y el orden jerárquico que esos jóvenes van a encontrar en cualquier rincón de la sociedad, sobre todo en el entarimado laboral. Y es que muchos de esos jóvenes rebeldes, por esa dejación de padres, profesores e instituciones, no saben lo que es obedecer, algo fundamental para aprender a mandar el día de mañana por pequeña que sea la responsabilidad de cada cual. Me ha gustado.
ResponderEliminarMuchas gracias Luis. El problema, cuando no se ataja, tiende a agravarse con el tiempo y es lo que nos está ocurriendo como sociedad. La ignorancia, la zafiedad, la mala educación (la falta de educación) es lo que estamos viendo, desgraciadamente, en muchos de esos jóvenes que llaman NINIS, algunos de ellos hasta en puestos de responsabilidad política.. Alguien tiene que poner pie en pared esto va a acabar muy mal.
EliminarMe ha gustado y much,o lástima tengas el espacio corto. Bien llevado momento oportuno.
ResponderEliminarEntiendo lo que quieres decir, Jaime, y supongo que tambièn los lectores del blog, pero la mili obligatoria sólo tenía cierto efecto positivo para algunos, porque para la mayoría era negativo y por eso era tan mal vista. Esos valores todavía se impartían en casa, en la familia. Lo que no se hizo bien fue la transición hacia un ejército profesional y ha costado años y vidas para que ahora sea la institución más valorada.
ResponderEliminarEfectivamente, creo que se entiende bastante bien, o eso pretendo. Por lo demás, estoy de acuerdo contigo en gran parte de tu comentario, aunque me experiencia personal (hablo de mi época, años 60 y 70, que ya ha llovido) es de muchos españoles que pasaron por esa mili obligatoria y que al cabo de los años hablaban muy bien de sus mandos y de la formación que adquirieron. Repito, años 60 y 70. En el 79 cambié de actividad profesional y no tenía el contacto directo con la Armada, pero conociendo a mis compañeros, estoy seguro de que ha seguido siendo así. El balance de aquellos años fue positivo, teniendo en cuenta la procedencia y la formación de un alto porcentaje de soldados y marineros.
EliminarDe todas formas estamos hablando de un comentario del juez Calatayud, que habla mucho en parábolas. Hay que entenderlo.
Jordi Pujol hizo la mili y eso no le a impedido robar tantos millones
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