Publicado en el Diario de Cádiz el sábado 3 de enero de 2015
En estos días de fiesta y
alegría, cuando todos nos deseamos mutuamente paz y amor, millones de seres
humanos, en determinadas zonas de nuestro planeta, sufren persecución y muerte
por profesar unas creencias religiosas odiadas hasta el extremo por fanáticos
violentos.
Un informe presentado por Ayuda a la Iglesia Necesitada, cifra
en más de 350 millones de personas, de los que algo más de doscientos millones
son cristianos, quienes, por mantenerse fieles a sus creencias religiosas,
sufren todo tipo de vejaciones, persecución y muerte.
El Papa Francisco lo acaba de decir en su mensaje al mundo de
primero de año: “La paz siempre es posible”, solo falta que los dirigentes
mundiales pongan el acento en la resolución de problemas como el hambre en el
mundo, combatir las terribles enfermedades que causan millones de muertes todos
los años, en especial entre los niños, corregir las desigualdades sociales y
garantizar una vida libre y digna a todos los seres humanos.
No es una utopía irrealizable. Existen excedentes alimenticios
en cantidad suficiente y lo estamos viendo en la ingente labor desarrollada por
los Bancos de Alimentos en nuestros países, pero ¿por qué no trasladar esa
respuesta a las sociedades que mueren de hambre?
¿Por qué las grandes empresas farmacéuticas, o los países
ricos, no proporcionan vacunas y
medicamentos de forma gratuita para erradicar las terribles plagas de enfermedades
que apenas llegan a Occidente?
¿Por qué no existe una acción conjunta y decidida contra
organizaciones terroristas como el autodenominado Estado Islámico, Boko Haran o
Al Qaeda, que asesinan y masacran a poblaciones enteras?
No vale
decir que no está en nuestra mano resolver tantos y tan graves problemas y
ponernos de perfil. El Papa Francisco llama a la acción a los líderes mundiales
y su voz es escuchada, pero todos tenemos que sensibilizarnos con estas causas
y apoyar sus justas demandas. Eso es lo importante, dejar oír nuestras voces,
donde quiera que podamos hacerlo. Entre todos podemos lograr que de verdad,
cuando decimos Feliz Navidad, este deseo alcance también a los que más sufren.
Jaime, te deseo que sigas rompiendo lanzas( y teclas) por el amansamiento de las fieras humanas que son nuestros congéneres.
ResponderEliminarAunque estoy totalmente de acuerdo con la llamada que haces en tu artículo, yo hubiera modificado el título para hacerlo más ecuménico. En vez de la "Iglesia perseguida", hubiera puesto "Los credos perseguidos". Piensa que persecuciones de índole religiosa afectan a diferentes ámbitos geográficos y a religiones muy diferentes: En Sri Lanka los cingaleses (budistas) masacran a los tamiles(brahamánicos); en Myanmar los burmeses(budistas) persiguen a los rohyngas(musulmanes); en India los hinduistas radicales persiguen a cristianos, musulmanes y budistas. En China los han(sintoístas) marginan y acosan a uighures(musulmanes) y tibetanos(budistas); en la otánica Turquía los islamistas instalados en el gobierno acosan a alevíes( chiies heréticos) y cristianos caldeo-asirios y armenios, por no hablar de las masacres en que se han holgado los sectarios del ISIS en Siria e Irak contra yazidíes, cristianos, armenios, alawies y chhitas.
Quizá la menos golpeada de todas las Iglesias sea actualmente la cristiana, acaso aunque sea por contar con valedores muy poderosos, aparte de la buena onda del actual pastor supremo del cristianismo romano, el Papa Francisco.
Un abrazo,