sábado, 28 de diciembre de 2013

A LA COLA DE EUROPA


              A Susana Díaz, presidenta de la Junta de Andalucía y una de la figuras emergentes del PSOE, le preocupa muchísimo que la nueva Ley sobre el aborto, que inicia el trámite parlamentario, nos hace retroceder en el tiempo a la etapa previa a la transición democrática y “nos sitúa a la cola de Europa”.

            Para la flamante presidenta de la comunidad andaluza, la Ley, que pretende salvar vidas de seres indefensos, es “cruel e insensible” y amenaza con paralizarla, aun antes de que pase por la tramitación parlamentaria donde puede ser modificada, recurriéndola ante el Tribunal Constitucional.  

             La joven política, que lleva ocupando puestos de responsabilidad en su partido y en la Junta de Andalucía casi desde que era una niña y por tanto con alguna cuota de responsabilidad en que esta comunidad ocupe, ahora sí, los últimos lugares de la OCDE en educación, con tasas de abandono escolar superiores al resto de comunidades españolas, siendo España de los últimos países en ese ranking, o esté también a la cola en las listas de desempleo, no se había mostrado tan indignada y dispuesta a dar la batalla contra estos índices.

             A pesar de su promesa de lucha sin cuartel contra la corrupción, por el momento  no ha pasado de una declaración de intenciones, y eso también sitúa a Andalucía entre las más destacadas, en sentido negativo claro, de las comunidades autónomas españolas.
            Pero el aborto es otra cosa. Da muchos votos de la izquierda, por donde IU les está haciendo más daño, y todos esos votos de movimientos feministas, contestatarios y “progresistas”, cuyo avance social persigue, entre otras mejoras, que las niñas de 16 años puedan abortar sin ni siquiera consultar a sus padres.

            Que se trata de un tema controvertido nadie lo duda, pero esta izquierda tan indignada y dispuesta a llevar la cuestión a Europa, no se ha parado a considerar que el proyecto de Ley ahora a debate se parece bastante a la Ley  de Julio de 1985 de Felipe González que modificaba el Artículo 417 bis del Código Penal, aunque reduce de tres a dos los supuestos, y es posible que finalizado el debate parlamentario se parezca aun más.

            Entiendo que todos, favorables a la nueva Ley y detractores, quieren evitar muertes de inocentes y penas de cárcel para las mujeres que se vean en tan terrible situación, y ambos objetivos son compatibles pero necesariamente deben ser regulados.

            Lo que debería asumir sin demora el Gobierno, este y los que vengan, incluso mediante pactos entre partidos, es su responsabilidad sobre una educación sexual adecuada a los jóvenes que evite embarazos a esas edades, información sobre planificación familiar y, sobre todo, no dejar exclusivamente a las asociaciones como Red Madre la atención a mujeres con embarazos no deseados, a las que hay que acoger, informar, atender personal y medicamente, antes y después del parto.

            No he hablado en todo el artículo de creencias religiosas, esas pertenecen a cada uno y naturalmente son todas respetables, pero no pueden ser impuestas en uno u otro sentido. He hablado de respetar la vida humana y la libertad de las mujeres, y digo que son compatibles, que debe haber soluciones incluso de acogida, apadrinamiento o adopción a ese hijo enfermo o no deseado. Todo menos matarlo.


           

2 comentarios:

  1. Dices "Entiendo que todos, favorables a la nueva Ley y detractores, quieren evitar muertes de inocentes y penas de cárcel para las mujeres que se vean en tan terrible situación, y ambos objetivos son compatibles pero necesariamente deben ser regulados. "

    Y, sin embargo el argumento manido de las penas de carcel para las mujeres que se ven en tan terrible situación ... ¡es una falacia!: Desde que inicié mi carrera de derecho, en 1970, jamás ví a una madre (diría no-madre) abortante; ni supe siquiera de condenas en muchos años anteriores... Sólo algunas -y muy escasas- a terceras personas sanitarios (titulados o no) que se lucraban de facilitar el aborto a las gestantes en tan terrible situación. El problema de fondo es otro: el salto de la consideración social y moral de que el aborto es un mal que siega la vida de un ser absolutamente inocente, al estimarlo como un derecho de la gestante a eliminar esa especie de "tumor"que la molesta o hace sufrir (ley Aída) pasando por un intermedio necesario (en 1985 la ley Aida hubiera sido rechazada masivamente por muchos de los que hoy rechazan el proyecto Gallardón): la ley de Felipe González de despenalización del aborto ... y no se diga que exclusivamente en trews supuestos, cuando sabemos el coladero que fue dicha ley... Se trata -ley Aído- de elevar el mal (matar al feto) a la categoría de derecho fundamental.... Como ves el dilema no es "evitar muertes inocentes" en el mismo nivel que una argumentada -inexistente- pena de carcel a la gestante abortante. Equilibro sí, centro o equidistancia,según entre qué extremos: entre la vida y la muerte no cabe la media entrambos; o se está por la vida (como claramente estamos tú y yo) o no; no cabe vida sí en unos caso vida no en otros.
    Un abrazo.

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    1. Querido José Manuel, Felicidades para ti y tu familia en estas Navidades y para el ya cercano 2014.
      Me he permitido "colgar" tu acertadísimo comentario con mi nombre, porque el sistema no me permite entrar comentarios con otro nombre. Puedes intentarlo poniendo un nombre y como URL la dirección de correo. También, si pinchas el desplegable que te pide el nombre, puedes seleccionar "Anónimo" y creo que siempre como URL es la dirección de correo.
      Ni que decir que estoy totalmente de acuerdo con tu razonado comentario.
      Pretendía poner en evidencia la cínica y exacerbada actitud de la oposición en esta cuestión "que nos van a situar a la cola de Europa", cuando, por desgracia nuestra y gracias a la ineptitud de tantos políticos, ya lo estamos en cuestiones vitales como educación, corrupción y paro.
      Por otra parte trato de denunciar las carencias que los gobiernos españoles de todo signo han tenido y tienen en educación sexual a los jóvenes, (no la incitación a la promiscuidad que ahora se hace), una instrucción adecuada a las familias y sobre todo, una atención en todos los aspectos, moral, medico y social, a esas mujeres victimas de violaciones o ignorancia y engaño, que se ven embarazadas y solas.
      Gracias por tu atención a este blog. Un fuerte abrazo

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