(Este artículo fue escrito en Abril de 2009, ya inmersos en la crisis de la que nuestro Gobierno no se habia enterado, o hacía como si no lo supiera, y el Presidente Zapatero hacia declaraciones en las que nos situaba al nivel de los paises más desarrollados (la Champions League la llamaba). Actualizado al día de la fecha, quizás ayude a entender nuestra situación y nuestras esperanzas.
Bien claro lo dijo nuestro ex Presidente
del Gobierno hace unos años, claro que creo que no se debía referir a la misma
Champions League (C.L.) de la que voy a hablar. Por desgracia para todos los
españoles, la C.L. de Zapatero era la Economía Mundial donde, según nuestro ex
Presidente de Gobierno, ocupábamos un lugar destacado, (ya con esta terrible
crisis económica encima, aunque él no lo viera), y con una sólida base
económica a prueba de crisis importadas de Estados Unidos o de donde fuera.
Como ha quedado a estas alturas más que
probado, ni C.L. ni nada parecido, y de solidez económica, con casi seis millones
de parados, ya me contarán de qué estamos hablando. Hay que tener muy poca idea
de economía, y de todo, para confundir un boom económico propiciado
fundamentalmente por una industria basada en el buen clima y precios
competitivos, el turismo, y otra inflada artificialmente, muy por encima de las
necesidades reales del país e incluso de los posibles clientes extranjeros, la
construcción, con una “sólida economía”.
Ya se que para nuestros políticos,
responsables de esta situación, pronunciarse en estos términos es ser
antipatriota, pero… ocultar a los ciudadanos la verdad, ¿no es mas condenable?
Donde no hay quien nos discuta el liderazgo
es en determinadas e importantísimas estadísticas, de las que hablaremos, todas
ellas de factores negativos. Quizás sea esa, para nuestra desgracia, la C.L. a
la que se refería el ex Presidente del Gobierno.
Factores que se consideran fundamentales
para ser realmente un país destacado en el concierto mundial, y no hablo solo de
la economía, inútil si no se traduce en mejoras sociales, sino en lo que son
las esencias de un país, son sus valores positivos.
Para tener una sólida base industrial, el
factor clave se llama competitividad, y en eso, por desgracia, una mayoría de
nuestras industrias andan muy escasas y algunas de las que lo logran acaban
cayendo en manos extranjeras (siempre hay honrosas y escasas excepciones). Me
dirán que es fruto de la globalización, pero también lo es que tienen que
competir con muchas y buenas empresas extranjeras, que no ceden fácilmente
terreno en sus cuotas de mercado.
Así las cosas, no se puede salir al mercado
exterior sin que nuestros productos tengan el valor añadido que los haga
atractivos y … ¿Cómo se logra eso sin inversiones adecuadas en I+D+i? ¿Cómo se
logra eso con unos índices de abstencionismo de auténtica C.L? ¿Cómo se logra
eso con unos sindicatos subvencionados y miles de liberados sindicales? ¿Cómo
se logra eso con una administración pública, lenta, ineficaz, cuadruplicada,
obstruccionista y absolutamente controlada y al servicio de los partidos
políticos? ¿Cómo se logra eso con una banca a la defensiva (después de una
etapa de dispendio en la que obtuvieron grandísimos beneficios)? y ¿Cómo se
logra eso con una sociedad sin la adecuada formación y, lo que es peor, sin interés
en mejorarla?
Decir estas cosas, y alguna más de esta
índole, está mal visto, es de “antipatriota” y baja la moral del país. Es mejor
que todos sigamos en una nube y si vienen a decirnos, desde malintencionados
foros o medios extranjeros, que España ocupa el primer lugar en población
reclusa, paro laboral, fracaso escolar, consumo de drogas, número de funcionarios
y coches oficiales,… pues nosotros a lo nuestro, campeones de Europa de fútbol,
la Davis, el aborto libre a los 16 años, los matrimonios de homosexuales y
otros logros de nuestra clase política.
Si he de ser sincero, el único rayo de
esperanza me lo proporciona la creciente amenaza de una intervención de los
organismos europeos, que a cambio de un rescate económico, o como quieran
llamarlo, pongan orden donde nuestros políticos, por ineptitud o falta de
valor, no son capaces.
Muchos españoles confiábamos en la mayoría
absoluta del Partido Popular, bien para acotar los desorbitados gastos que una
estructura política irracional, sobredimensionada, triplicada en sus órganos de
gobierno ocasiona o, incluso, y dada la gravedad de la situación, que los dos
partidos que se alternan (¿o debo decir alternaban?) en el Gobierno de la
Nación llagaran a un Pacto de gobierno con la única finalidad de salvar la
situación. Nada de esto se ha producido.
Dicen los expertos, que la recuperación
económica de España tardará más que la de los países de la Eurozona. ¿Adivinan
por qué? Relean un poco más arriba y encontrarán la respuesta. Tenemos que
mejorar sustancialmente en todos esos parámetros, pero hay uno sobre todos que
exige urgente acuerdo y acción inmediata: El sistema educativo. La base de la
capacitación y formación integral de la sociedad entera, no puede estar al
capricho o interés de un partido político, a tensiones nacionalitas o la
indiferencia de la propia sociedad. ¿Alguien que no sea profesional de la
enseñanza podría decir cuantos planes distintos de enseñanza llevamos sufridos
en los últimos treinta años? Y, lo que es peor, ¿con qué resultados?
España ha perdido ya demasiados años en
disputas internas partidarias y regionales, con los resultados que son patentes.
La confianza en esta “clase política” está bajo mínimos, de ahí las continuas
manifestaciones callejeras (más de 2.000 en Madrid en lo que va de año),
aprovechadas por los grupos de agitadores profesionales (pagados) en aras del
“cuanto peor, mejor”, tratando de sembrar el caos y conseguir el cambio de
Gobierno, al parecer el único objetivo de los partidos políticos: gobernar,
ostentar el poder, administrar el dinero que los españoles generamos con
nuestros impuestos.
Este país, España, por historia, recursos y
sobre todo por los españoles, no se
merece lo que le está ocurriendo, ni a sus causantes. Esperemos que, tocado
fondo, algunos buenos españoles logren sacarnos de este marasmo. Den el paso al
frente, asuman la responsabilidad, y por favor, no se retrasen.
¿Es que "nuestros" políticos no leen? ¿Es que no quieren interpretar lo que leen?. Lo último que se pierde es la esperanza y hasta ésta está dando paso a la desesperación de un pueblo que ve que es imposible que la solución venga de quienes han corrompido la vida política hasta convertir a cada parlamentario (y su cohorte de nepotes)en un destacado miembro del patio de Monipodio
ResponderEliminarYa llevamos varios años de crisis, y nos habria ido mejor,si se hubiese reconocido esta a tiempo.
ResponderEliminarPero parece que los intereses de partido y el celo por guardad el sillón priman para la gran mayoria de los politicos, de cualquier signo o tendencia. Cuesta trabajo asumir que en España,hoy por hoy,los jovenes viviran peor que sus padres,a pesar de estar mejor preparados.
Y gran parte de esto es por por la mediocridad inoperante en la clase politica,que ha llevado a cabo una mala gestión, y un uso inadecuado del dinero del contribuyente.
Seria muy positivo y provechoso acercarnos a otros paises europeos no solo en aspectos economicos,sino tambien educativos y culturales. Esperemos que con educación,union,optimismo y trabajo -bien hecho-salgamos a flote en breve.