(Diario de Cádiz, el sábado 7 de Julio de 2012)
Llevamos solo meses desde los éxitos electorales del Partido Popular, y
ya su Secretaria General, María Dolores de Cospedal lo ha repetido en varias
ocasiones: “No estamos aquí para ganar
las próximas elecciones, estamos para tratar de mejorar la situación de los
españoles”.
La popularidad de
Rajoy, ha caído cuatro puntos, y Rubalcaba sigue en mínimos, a once puntos de
distancia. Queda mucho partido y de aquí al 2015, nadie sabe lo que puede
pasar.
Lo que quiero destacar
y me parece importantísimo, es la actitud de algunos líderes políticos,
anteponiendo las medidas impopulares y necesarias a su permanencia en el
puesto. Creo que lo hacen convencidos de que es la única vía, aunque alberguen
en su interior la secreta esperanza de que los frutos de tanto sacrificio
lleguen antes del final de la legislatura, lo que es legitimo y hasta
plausible.
Nos anuncian que hay un plan, hoja de ruta
le llaman ahora, para reducir drásticamente las administraciones, evitando las
costosísimas e ineficaces duplicidades o triplicidades. No estaría de más, ya
puestos, modificar la Ley Electoral, limitar los mandatos, listas abiertas, Ley
de Huelga, suprimir subvenciones a partidos y sindicatos, y un largo número de
medidas que adelgacen estas superpobladas administraciones.
Alemania nos dobla en población y nosotros
les doblamos en aeropuertos, en políticos, en funcionarios,…y sin embargo, si
tiene Vd. necesidad de acudir a un organismo como la Justicia, verá despachos
atestados de expedientes, funcionarios con estrés por exceso de trabajo, para
lograr unos resultados desesperadamente lentos.
Con esto quiero decir que quizás no sobren
tantos funcionarios, sino que muchos de ellos deberían cambiar de despacho, y
desde luego, dotarlos de los medios técnicos necesarios. Habría que hacer ambas
cosas, reducción y racionalización.
Además de medidas dolorosas para los
electores, racionalización de las administraciones y sus elevadísimos costes,
hay que predicar con el ejemplo en lo de ajustarse el cinturón y, el Partido
Popular, tiene que cambiar (mejorar) su política de comunicación, llegar de
forma clara, inmediata y masiva hasta el último rincón del país. Les falló en
Andalucía y siguen igual.
Si realmente pierden las próximas
elecciones, no será solo por las duras medidas adoptadas, hay otros aspectos
que deberían mejorar o corregir.
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