Fallo es la palabra que empleamos cuando algo o alguien se equivoca o comete un error. También se emplea para definir la sentencia que se le da a un juicio.
Curiosa coincidencia que es como decir
que todas las sentencias o fallos judiciales son erróneas, equivocadas, según
la definición. No me atrevería yo a tanto, pero la palabra invita a pensar y, por lo menos, suscitar dudas en cuanto a
la equidad, imparcialidad y objetividad de los fallos.
Se dice que la justicia lenta no es
justicia, lo cual es equivalente a decir que, dado el tiempo transcurrido, por lo general, desde
el inicio de un procedimiento judicial hasta su conclusión, salvo honrosas
excepciones y a pesar de las nuevas disposiciones que fijan plazos de seis
meses, no puede llamarse justicia a lo que imparten mucho magistrados en
nuestro país.
José María Michavila, secretario de
Estado de Justicia del Gobierno del PP y Juan Fernando López Aguilar,
secretario de Libertades Públicas y Desarrollo Autonómico de la ejecutiva
federal del PSOE, tras cuatro meses, reuniones formales, almuerzos y cenas,
cientos de llamadas en secreto, elaboraron el primer y único “Pacto de Estado para la reforma de la Justicia”,
un hito jamás conseguido en la historia de España. Un pacto de tal
trascendencia que pretendía recuperar, según PP y PSOE, “un siglo muy en blanco en la historia judicial de España”.
Un documento de 20 páginas y 23 puntos
que, a pesar de su necesidad y urgencia, a pesar del acuerdo alcanzado por los
dos partidos mayoritarios, a pesar de esfuerzo puesto en su elaboración, es hoy
papel mojado. Falta personal, faltan medios informáticos, falta coordinación y
comunicación entre los juzgados. No hay sitio en una columna para entrar en
detalles.
Estábamos en 2001, con Ángel Acebes como
Ministro de Justicia, con más de 20 leyes para revisar, tres millones de
asuntos pendientes en los juzgados y una opinión abrumadora contra el
funcionamiento lento (82%) y malo (46%) de la justicia, que se impusieron a los
intereses partidistas.
Han pasado 15 años y ¿En qué ha
mejorado la Justicia?
Muy bueno, Jaime. Esta es otra de las reformitas que el PP se ha dejado en el tintero. ¡Para qué meterse en líos!
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