sábado, 13 de diciembre de 2014

PADRES MODERNOS




            Hablaba la semana pasada de la educación, resaltando su importancia como base del comportamiento colectivo e individual de una sociedad. Sigo hoy con la misma cuestión tratando de analizar la situación actual en España y su origen.

Nunca he entendido la expresión: “mi padre es mi amigo”, como no sea para justificar la dejación que hacen muchos padres de la responsabilidad y obligación de educar a sus hijos.

          Ya son al menos dos generaciones de padres en España que, por diversas causas, en el mejor de los casos, piensan que esa responsabilidad recae en los colegios e institutos y no en ellos que, por el contrario deben tratar de ganarse la “amistad” de sus hijos, que no el “respeto”.

         Pero aun así, en el supuesto de que fueran los profesores los responsables de esta importantísima labor, muchos padres los desautorizan delante de sus hijos si al profesor, Dios le libre, se le ocurre poner un correctivo que los padres estimen excesivo. Ni educan ni dejan educar.

            Si nuestra generación puede alzar la voz en este tema es, sencillamente, porque recibimos de nuestros padres, complementada por los magníficos profesores que tuvimos en la infancia y adolescencia, una educación basada en el premio al esfuerzo, el castigo ejemplarizante a los malos comportamientos, el respeto al mayor y a los semejantes, el compañerismo y el compartir con quienes estaban en peor situación, en momentos también muy difíciles económica y socialmente en España.

Nuestro fallo, de mi generación y aun más de la siguiente, ha consistido en no saber transmitir estos valores positivos, precisamente en los años de más desarrollo económico de nuestra sociedad, a nuestros hijos y consecuentemente ellos a los suyos.

Las consecuencias derivadas de esa clamorosa falta de educación, el país lo está pagando con creces en forma de corrupción política, económica y social. La violencia en todas sus formas, desde la verbal que se vive en algunas manifestaciones deportivas hasta el asesinatos de mujeres por sus propias parejas, crímenes horrendos cuyo número no para de crecer.

Banqueros que engañan a ancianos y personas de buena fe apropiándose de los ahorros que tanto trabajo les ha costado reunir. Los políticos y sindicalistas que se apropian del dinero destinado  la formación profesional o para paliar las dramáticas situaciones de muchas familias sin trabajo.

Para qué extendernos en tantos males como vemos a diario, que aun algunos tratan de minimizar diciendo que siempre fue así, pero que antes no se conocían estas cosas porque los medios de comunicación no los reflejaban. No niego que el mal siempre está presente en cualquier manifestación humana, pero ni de lejos vivíamos en nuestra juventud en tan alta proporción los problemas de convivencia que ahora padecemos, excepción hecha de los terribles años del terrorismo de eta.

En la “Revista Utopía”, Fernando Sánchez Salinero, en un magnífico artículo titulado “La generación que construyó España” dice cosas como: “Mis padres tiene en torno a los 70 años y siempre han sido un ejemplo de trabajo, honradez, austeridad y generosidad. Sabían que el esfuerzo tenía recompensa y la honradez formaba parte del patrimonio de cada familia” para sentenciar: “Cuando analizas lo que pasa en una empresa o en una sociedad, debes buscar la causas que provocan esa situación, porque solo trabajando sobre las causas puedes cambiar los efectos”

Está muy claro, conocemos las causas: el fallo clamoroso en los sistemas educativos de los padres o simplemente la inexistencia de sistema alguno, la total dejación y abandono a su suerte de los hijos, cuando no la nefasta costumbre de concederles, sin el menor esfuerzo por su parte, de todos los caprichos imaginables, aunque en muchos casos supongan un auténtico sacrificio para los padres.


Claro el diagnóstico, ahora falta la voluntad de poner en marcha los remedios, aunque sea por la vía de la imposición de medidas correctoras drásticas, como parece que por fin se va a hacer con la violencia de los incontrolados grupos extremistas de  “aficionado” al futbol, después de que se haya producido una nueva muerte y agresiones armadas. Cuanto antes mejor.

6 comentarios:

  1. Los políticos "progres" incitaban a la "movida". Los demás les seguían la corriente para no ser tachados de "carcas" . Alcohol, drogas, libertinaja sexual..... Sin barreras morales ni éticas, sin creencias, sin obligaciones. Sólo derechos, no ganados sino adquiridos "por la cara". Culto al placer inmediato, al hedonismo.
    Esas fueron las semillas de los frutos que estamos recogiendo en una Nación que ha perdido el norte

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  2. Los que tienen entre 20 y 30 años lo tienen bastante chungo, es un momento para reflexionar y pensar que la única manera de superar situaciones como la actual es preparándose bien y con mucho esfuerzo desde pequeñitos. Ahora para muchos va a resultar que ya es tarde.

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  3. Jaime , gracias por tu magnifico articulo de "Padres Modernos". ¿Cuantos años tendremos para volver a nuestros padres ? y lo peor , es que esto no haya hecho mas que empezar.

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  4. Gracias Jaime. Como siempre, no sólo estoy en la misma línea, sino que además suscribo cada una de las palabras que empleas en el presente artículo.

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  5. Artículo muy interesante Jaime. Enhorabuena!. Fuerte abrazo!

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  6. En este país, todo lo que recuerde al pasado cercano es tachado de fascismo, dictadura y hay que terminar con ello, cosas como el ejemplo a los demás, la "buena" educación, la moral todo eso por lo visto emanaba del caudillo y hay que exterminarlo. Hace mucho mucho tiempo el que quería conseguir algo se afanaba en conseguirlo, con trabajo, esfuerzo y dedicación. Ahora se busca el atajo, la trampa y el engaño.

    CHE

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