sábado, 12 de octubre de 2013

LAMPEDUSA

Publicado en el Diario de Cádiz el sábado 12 de Octubre de 2013
 El deterioro político, social, económico y ético alcanza cotas que asustan. Nuestras sociedades occidentales están corruptas, el relativismo se ha adueñado de nuestras vidas. Actuamos como si no existieran límites para nada, como si las leyes que regulan nuestro comportamiento en sociedad no fueran para nosotros. Nos escandalizamos, el tiempo imprescindible, ante un nuevo caso de corrupción, un asesinato, la muerte masiva de emigrantes, los actos terroristas, o la violencia ejercida por grupos políticos radicales de uno u otro signo.

Se ven escenas desgarradoras en los informativos mientras seguimos nuestras vidas. A veces ocurren a muchos kilómetros y otras a nuestro lado, es igual. Mientras no nos afecte directamente o a uno de los nuestros, no habrá reacción, no moveremos un dedo por aliviar el mal causado o prevenir futuros males.

Nos encogemos de hombros y pensamos que ya existen políticos, jueces, policía, médicos y todo tipo de profesionales que cobran por prevenir o remediar esos males, sin ser conscientes de que una buena parte de culpa es nuestra.

El Papa Francisco ha pronunciado una frase en la isla de Lampedusa ante los cientos de emigrante muertos: "Esto es una vergüenza". No se refería solo a los políticos que, con frecuencia, miran para otro lado ante dramas como este, se refiere a estas sociedades de la opulencia y las grandes fortunas que no hacen nada para evitarlo. La culpa es nuestra, es una culpa colectiva. Las últimas generaciones de países occidentales han abandonado valores como la solidaridad, la ética, el respeto a la vida humana, el sentido de lo moral y en general, todos esos valores que dan al ser humano una dimensión transcendente.

Los sistemas educativos que han formado a las generaciones actuales no se han ocupado en absoluto de estos aspectos, más bien han adolecido de referencias morales. Aborto, eutanasia, terrorismo, violencia, corrupción no son más que manifestaciones de esa falta de valores morales.

Que existen excepciones nadie lo duda, nadie que conozca el trabajo desinteresado de miles de ciudadanos, pero es un milagro que en este caldo de cultivo puedan florecer seres humanos en toda la extensión de la palabra.

4 comentarios:

  1. Prácticamente de acuerdo en lo expuesto. Dices que "las últimas generaciones de países occidentales han abandonado valores como la solidaridad, la ética, el respeto a la vida humana, el sentido de lo moral..." Yo iría más lejos ¿Dónde está la moral?, ¿dónde la ética de las generaciones de los poderosos que crearon las fronteras artificiales en África, mezclando o separando etnias en paises distintos creando mayorías o minorías etnicas (quizás también por oscuros intereses), los que expoliaron y expolian los ricos recursos de muchos paises del tercer mundo? Explotación de recursos que no revierten en mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Por no hablar de los dirigentes de ciertos paises del tercer mundo. Seres humanos que huyen de guerras olvidadas y de la miseria, están viniendo al llamado primer mundo a disfrutar de nuestra forma de vida que, en parte, se ha gestado gracias a los bienes que hemos traido de su tierra. Recordemos también la ética, la moral, los valores de aquella sociedad que se beneficiaba de la esclavitud. La Historia nos muestra que cuando está el dinero y el poder en juego, los valores, la ética, la moral, se dejan para una mejor ocasión. Quizás hoy encontremos una mayor sensibilidad y solidaridad en ciertas clases sociales. De todas formas vamos a pensar en aquella frase de San Pablo: "Donde sobreabundó el pecado, sobreabundó la gracia". Seguirán existiendo centenares de Lampedusas. Pero no todo está perdido.

    Ferran.

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    1. Efectivamente, todo eso es muy cierto, de ahí que considere casi un milagro que " en ese caldo de cultivo" surjan personas dedicadas a remediar o paliar en lo posible, tanta desgracia.
      Es imprescindible que los gobiernos occidentales, en primer lugar, acojan a esas pobres gentes que se juegan la vida para sobrevivir al hambre; y en segundo lugar o mejor simultáneamente, devuelvan a esos países las riquezas que les han quitado a lo largo de la historia, solo que tendrán que poner los medios, la fuerza si es necesario, para que llegue a sus destinatariios y no sirva para enriquecer a los gobernantes corruptos y tiranos.

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  2. Hola Jaime:
    Te decía hace tiempo que así es la triste realidad de España. Los rojos, de todo tipo que tenemos aquí, se mueven por el odio y son antiespañoles. Nunca querrán gobernar en consenso con nadie, porque lo que buscan es disgregar y separar España. Siempre han querido eso y además se amparan en otros paises que también buscan lo mismo desde que España fue la más grande del mundo. Ahora que ya tienen a todos en la calle para fomentar más el odiuo y el inconformismo, siguen aleccionando en los colegios a los pequeños para hacerles partídipes del mismo odio que ellos tienen a España. Estos se mueven en su forma de ser atea, inmoral y vengativa y jamás querrá que se viva como en otros paises. Mira como no se van a Cuba, ni a China, NO....ellos quieren un paraíso perdido y vivir de los que trabajamos. Son demasiado maliciosos y sectarios y no reconocen nada que no venga de su totalitarismo dictatorial de izquierdas, que son los movimientos que más muerte e injusticias han causado en el mundo.
    Ciao Jaime. Y REQUETEMIAU A ESTOS LADINOS.

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    1. Lo que más me preocupa es el daño que se esta haciendo a nuestros jóvenes. Son generaciones enteras adoctrinadas en un sistema politizado y manipulado, puro adoctrinamiento.
      Toda acción provoca una reacción, así que esperemos que se produzca. En Europa ya esta habiendo muchos movimientos que van en contra de esta situación (Mi articulo sobre "La extrema derecha en Europa"). Veremos si de estas reacciones sale algo positivo, no que se impongan extremistas de ningún signo, sino que compensen y lleguen a un punto intermedio.

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