sábado, 1 de diciembre de 2012
EL CUARTO PODER
También tenía, entre otras, la responsabilidad
diaria de preparar el Boletín de Prensa, resumen de lo publicado en el día,
tanto en la prensa que llegaba de España como en la local que pudiera ser del
interés de la embajada. Era apenas una
hoja con titulares y tres o cuatro más con los resúmenes de los artículos. Con
ello se pretendía, y en buena parte se lograba, que a primera hora de la mañana
los responsables de la embajada iniciaran su jornada suficientemente
informados. El Boletín añadía las copias
necesarias cuando nos visitaban altos cargos de la Casa Real, el Gobierno o
instituciones.
Lo cuento porque
esta experiencia me permitió, por una parte, conocer mejor el mundo del
periodismo y por otra constatar la importancia que los medios de comunicación
tienen en el desarrollo político y social de los países. Los buenos comunicadores son creadores de
opinión, pero también son las conciencias de los responsables políticos. No porque estos tengan que hacer lo que los
primeros les dictan, sino porque lo publicado suele ser reflejo de las
opiniones de los administrados y, aunque
no siempre sean mayoritarias, los administradores tienen la obligación de
conocerlas.
Ignoro hasta qué
niveles nuestros políticos disponen de Gabinete de Prensa, (matizo que no me
refiero a portavoces empeñados en salvar la cara de sus jefes), que les
proporcionen esos resúmenes diarios de lo publicado. Apostaría que no, a tenor de
los resultados.
Ya sabemos que
las múltiples ocupaciones y compromisos de nuestros políticos apenas les dejan
tiempo para leer, y lo digo sin segundas intenciones, y los desplazamientos en
coche oficial no les permiten comprobar, por ejemplo, el estado de revista de la ciudad o el
deterioro natural o forzado de obras recién terminadas. Por eso necesitan
imprescindiblemente de esa conciencia cívica a la que me he referido, si no,
corren el peligro de no enterarse de nada, de perderle el pulso a la
ciudadanía.
Casi a diario
aparecen en nuestra prensa reportajes muy documentados que son auténticos aldabonazos a las conciencias de nuestros administradores
públicos. En muchos casos ni siquiera merecen la aclaración pública, el
desmentido o la disculpa de estos. Ante
esta actitud cabe preguntarse si realmente están enterados de lo que ocurre en
la vida real.
Claro que a veces es mejor el
silencio que salir a los medios para echarle la culpa al empedrado. Pero esto,
la ignorancia, el que muchas veces no sepan ni donde están de pie, merece
comentario aparte. Si Vds. me lo permiten, será otro día.
Ya en 1770, el escritor y político anglo-irlandés Edmund Burke, definió a la prensa como "cuarto poder",
en una especie de profecía de lo que sería la gran influencia de los medios de
comunicación social, llegando incluso a considerarla al mismo nivel que el ejecutivo, legislativo o judicial.
No corren buenos tiempos para
la prensa escrita. La crisis económica,
que de forma tan directa afecta a las empresas, les ha privado de lo que ha
sido su principal fuente de financiación: la publicidad. Salvo algún medio
subvencionado por el poder político, lo que equivale a un sometimiento sin
fisuras a los intereses de sus “dueños”, los periódicos que sobreviven lo hacen
a base de reducir una y otra vez sus ya escasas plantillas, con la pérdida de
magníficos profesionales y prestigiosas firmas de opinión, lo que en
definitiva, como una pescadilla que insiste en morderse la cola, repercute en
su función crítica.
No se ve a corto plazo una
recuperación de ese cuarto poder, al menos en su formato tradicional. Hoy, la
televisión, la radio, Internet y redes
sociales, por su inmediatez, accesibilidad y coste, han desbancado casi
totalmente al periódico de papel.
Personalmente lo lamento, y al mismo tiempo apuesto por un futuro imaginativo e innovador que salve
este formato. No es solo sentimentalismo o nostalgia de tiempos pasados, es
convencimiento de su importante función de control y crítica a otros estamentos
de la sociedad,…cuando realmente se trata de prensa libre e independiente.
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También yo lamento que la prensa escrita en papel e independiente no esté en su mejor momento.
ResponderEliminarMuy útiles son sus funciones de informar y de ayudar a crear opinión-a los ciudadanos-; no menos la de acercar la realidad a esos políticos que parecen mantenerse en su "jaula de cristal", movidos por sus intereses personales y de partido.