El Gobierno de la Nación
se encontró con más de cinco millones de desempleados y un déficit en las
cuentas del Estado, incluidas las autonomías, muy superior al seis por ciento
anunciado por el Gobierno saliente. Una situación de la banca sencillamente de
ruina, con cierres y fusiones hechas a la carrera para salvar los muebles
(indemnizaciones millonarias de sus directivos).
Por si no fuera poco,
empiezan a conocerse nuevos y más graves
casos de corrupción entre políticos y administradores,
públicos y privados, que han dilapidado, o se han “desviado” hacia bolsillos
amigos o suyos, miles de millones de Euros.
Y además, se han
realizado faraónicas obras publicas absolutamente prescindibles, como
aeropuertos sin aviones, estaciones de ferrocarril sin pasajeros, y por
contraste, otras obras necesarias, que al no contar con presupuesto suficiente para
su terminación o mantenimiento, se encuentran ya abocadas a la ruina (algunas,
como la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Cádiz, cuatro años paralizada
por falta de recursos económicos, casi en fase de ruina, mientras los alumnos están
amenazados de no poder finalizar sus estudios en la UCA).
No hay dinero, el país
esta en la ruina, se ha malgastado, se ha administrado gravemente mal, se ha robado y nadie es responsable, nadie está en la cárcel (muy pocos
y de segunda fila) y no hay indicios de que se vayan a llenar los juzgados de
políticos y administradores del dinero publico, más bien al contrario, se tapan
las vergüenzas unos a otros y ahí queda todo.
Llama la atención, por
el contrario, que no cesen la ayudas multimillonarias a la banca, una de las
partes que más culpa tiene en la actual situación, y los ajustes ( recortes
presupuestarios para bajar drásticamente el déficit heredado), se hagan a base
de subidas indiscriminadas de impuestos y facilitar las condiciones de los
despidos.
Mientras tanto,
millones de españoles, familias con niños incluidos, acuden a diario a Caritas y otros comedores
sociales (ninguno de los sindicatos), para no morir de hambre. Otros,
desesperados, han optado por el suicidio ante un inminente desahucio. Y seis millones esperan que esta crisis
termine y puedan volver a ganarse la
vida, la de ellos y sus familias, con un trabajo digno.
Si España, su
Gobierno, se decide finalmente a solicitar un rescate a la Unión Europea, que
no sea para seguir salvado bancos, a quien hay que rescatar es a los españoles.
Si el sistema bancario es fundamental, lo es en virtud de su función social y
de su implicación en el tejido empresarial, como proveedor de recursos económicos,
no solo para presentar balances brillantes a sus accionistas.
Han desaparecido
muchas entidades bancarias, sobre todo Cajas de Ahorros, pero quizás tengan que
desaparecer muchas más. Alemania tiene la mitad de sucursales bancarias que
España. Esa sería la primera y más importante reestructuración del sistema
bancario. La segunda y aun más urgente, es que esas entidades bancarias que ponían
alfombra roja a sus clientes para captar sus ahorros y “venderles sus
preferentes”, como quien hace un gran favor, dieran una moratoria a esos
clientes que están en el paro y no pueden pagar sus hipotecas, e incluso una
quita que alivie en lo posible estas situaciones personales, tal como han hecho
con los millonarios prestamos a los partidos políticos.
Los bancos, a pesar de
la crisis, siguen ganando dinero, aunque algo menos por tener obligatoriamente
que aumentar sus reservas, y van a seguir recibiendo ayudas muy ventajosas de la
Unión Europea. No pueden seguir perdonando deudas a partidos y sindicatos y
exigiendo el pago de las suyas a las pequeñas empresas y ciudadanos.
Y todo esto, ¿A dónde nos
lleva? Pues a que se siguen haciendo las cosas mal, o para ser más justo, se
hacen a medias. Se pone el acento en el déficit y la deuda, que hay
forzosamente que rebajar de forma drástica, pero se pueden y se deben hacer
muchas más cosas:
Cuando empresas
españolas como Zara, Mercadona y otras, tanto exportadoras como exclusivamente
con mercado interior, son capaces de crecer y crear empleo en plena crisis,
habrá que deducir, sin entrar en otras consideraciones, que están muy bien
gestionadas. En eso consiste el problema: No contamos con buenos gestores y cuando
los recursos escasean, no es que sean necesarios, es que son imprescindibles.
Me parece estupendo y estoy totalmente de acuerdo. Tere S
ResponderEliminarMuchas gracias. A todo lo expuesto en el artículo podríamos añadir los problemas regionales. A perro flaco...Ya hablaremos tambien de eso el sábado próximo.
EliminarLa insensibilidad de los políticos llega a cotas difíciles de creer. Ayer nos enteramos que se han gastado 440.000 euritos de nada en mejorar la página web del Senado, esa cámara inservible, de irás y volverás al Congreso donde nada se decide y donde se colocan los políticos cesantes que bien podría suprimirse sin que sufriera nada la vida política de España. Ya nos han indignado con la exigencia de pinganillos y traductores que nos cuestan un pastón cada año, y ahora esto. Hay que pedir la desaparición de los organismos que nada aportan y el Senado es uno
ResponderEliminarLo de los políticos españoles, excepto casos muy contados, es de llorar. ¿Quien cree que van a ser capaces de eliminar tanta duplicidad o triplicidad? Antes de las eleccions, las diputaciones no servian para nada, despues de las elecciones, una vez sentados en sus sillones, resulta que esos organismos son imprescindibles. Y asi todo. Solo miran los intereses personales o de su partido. Son incapaces de entender que son SERVIDORES PUBLICOS y que somos nosotros quines les pagamos sus sueldos.
EliminarDesde luego se ha gestionado mal; todo indica que el dinero que no es propio se maneja con frivolidad.
ResponderEliminarLamentablemente a esto hay que añadirle lo que se ha "evaporado" por la corrupción, y que en este país no vamos a volver a ver porque aquí nadie devuelve una chica.
Hoy mismo nos enteramos de que los diputados pierden los i-pads que se le entregaron al inicio de sus legislaturas y que con una asombrosa desfachatez reclaman que se les repongan; como siempre, con cargo al erario público.
Habrá que mirar hacia adelante, con optimismo y actitud de esfuerzo, implantando modelos y estrategias de otros paises en mejor situación que la nuestra y de empresas españolas pujantes (como bien dices), ayudando a los ciudadanos y dando facilidades a las pymes.
Lamentablemente no se ve una reacción adecuada por parte de nuestra clase politica. No se hasta donde tienen que llegar las cosas, a que grado de deterioro moral, económico y social tenemos que llegar para que se pruduzca el cambio que toda la sociedad española está pidiendo. Tampoco se como se puede presionar a los politicos actuales para que dejen paso a otros más preparados, más responsables, mas honrados...realmente no soy muy optimista a corto plazo. La solución, lamentablemente, nos vendrá impuesta desde fuera.
EliminarPongo una apostilla sobre mi comentario anterior referente al Senado. Hoy nos enteramos que tenemos unos senadores muy juguetones, nada menos que 50.000 euros se han gastado llamando a números correspondientes a los 902, concursos, programas de televisión, etc. una prueba más de que estos inactivos senadores tienen tiempo de divertirse y pasárselo en grande. Nada habría que objetar si se lo pagaran de su bolsillo pero lo hacen con los depauperados bolsillos de los españoles. Muy bien hoy la Vicepresidenta limitando el escandaloso número de coches oficiales, por cierto criticado por la socialista Trinidad Jiménez porque le parece poco ahorro 10 millones de euros, pero el Senado cada vez da más motivos para preguntarse si podríamos ahorrarnos muchos más millones suprimiéndolo.
ResponderEliminarAfirmativo, este país es de locos. Ya lo decía yo en un artículo titulado "-no es país para cuerdos". Lo malo es que vamos a más y cada día se incrementan en número y "calidad". Aquí pasan cosas que yo no he visto en ningún país del mundo y puedo decirlo porque he vivido y conozco muy bien otros países.
ResponderEliminarLo del futbol y sus deudas supermillonarias es de cárcel, pero...