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Jaime,
sabes que hay un programa de debate en una televisión privada de España que veo
con frecuencia por el nivel de algunos tertulianos.
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Si,
ya se cual es. Yo también lo veo con frecuencia y por la misma razón. Alguno de
los periodistas que participan asiduamente son amigos míos.
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¿Lo
viste el sábado pasado?
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Si,
lo vi. Nunca lo aguanto completo, pero suelo ver bastante.
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Pues
estaban hablando de la cantidad de casos de abusos sexuales y violaciones,
incluso a muy temprana edad, que se están dando en España en estos últimos
meses y uno de los tertulianos, Ramoncín creo que se llama, culpaba de todo a
la llegada de un partido que él califica de extrema derecha como VOX y sobre todo
a la Iglesia Católica.
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Bueno,
el tal Ramoncín, está en un flagrante error, esta desgracia se da en muchos
otros países europeos. Desde luego no es un consuelo ni justifica nada, pero
según un periódico tan poco sospechoso de favorecer a la Iglesia Católica y a
VOX como El País en su edición del 1 de mayo de 2018, publica estadísticas
demoledoras: “De 32 países analizados por
oficina de estadística europea, España está por debajo de la media en el puesto
25”. Suecia encabeza esta triste estadística y países como Francia,
Alemania y Bélgica están muy por delante de España.
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Pues
para ese señor parece que solo en España tenéis ese problema y justo ahora que,
según él, vuelve el franquismo de la mano de VOX y la Iglesia Católica. No
sabes qué gestos y qué palabras, le salía el odio por los poros. Me impresionó.
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Si
Erika, Ramoncin pertenece a esa izquierda revanchista que se están cargando la
transición española. Lo que políticos tan dispares como Santiago Carrillo,
Fraga, Tarradellas, Suarez o Felipe González lograron en los 80 se lo están
cargando estas generaciones de populistas fanáticos y excluyentes. Hablan de
los muertos de la dictadura franquista pero no de los de la II República,
quiero creer que por ignorancia.
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¿Ignorancia
Jaime? No seas ingenuo. Hoy hay mucha información de todo y al alcance de quien
quiera. Aquí hay otras motivaciones y un odio indisimulable hacia la derecha.
Muy bueno , un abrazo
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