DE LA DIÓCESIS

        Publicado en el Diario de Cádiz el miércoles 6 de febrero de 2019

                  Ya dije en otra ocasión que Erika es católica y como tal, muy interesada en todo los relacionado con la Iglesia. Ha leído articulos de prensa sobre nuestra Diócesis de Cádiz y Ceuta y también un comentario  de Alfonso Ussía en un periódico sobre el Papa Francisco que hablaba de la situación en Venezuela-

-       Jaime ¿qué piensas de todo lo que se está escribiendo sobre problemas en tu Diócesis?

-       Pues que nunca se debió haber llegado a esto. Quiero decir que soy contrario a que estas cuestiones, que considero internas, hayan salido a la luz pública. Grave error de quienes iniciaron esta espiral de insultos y descalificaciones y grave error de quienes contestan por el mismo medio.

-       Pero tú tendrás una opinión sobre estos hechos que unos denuncian y otros niegan.

-       Naturalmente, Erika, pero jamás mi opinión se hará pública. No quiero contribuir a este estéril debate que no va a solucionar nada.

-       ¿Entonces cómo se solucionan esos problemas, si es que existen realmente?

-       Pues por los mecanismos internos, hablando, oyendo a todas las partes afectadas y haciendo justicia.

-       Y ¿por qué no se ha hecho así?

-       Pues no lo sé. Yo solo conozco lo publicado y alguna conversación con sacerdotes amigos. ¿por qué desde el primer momento no se ha intentado poner remedio de forma discreta y reservada? Pues lo ignoro, pero ahora creo que, aunque tarde, es la única forma de resolverlos.

-       Y qué me dices la postura del Papa Francisco sobre la crisis de Venezuela?

-       Pues este es un caso completamente distinto. El Papá, que recibió a Maduro hace poco en audiencia privada, supongo que, de forma reservada, le diría a Maduro algunas cosas sobre la situación de hambre y miseria que vive una considerable parte de venezolanos que aún permanecen en Venezuela y los casi tres millones que han tenido que huir de su país.

-       Pero la crítica de Ussía se refiere a sus manifestaciones a la prensa.

-       Ya lo sé. Yo no soy el Papa, ni quien para opinar sobre sus palabras, y no lo haré, pero volvemos a lo de antes: Hay que lavar los trapos sucios en casa. (Continuará)