sábado, 23 de junio de 2012

RAFA NADAL

(Publicado en el Diario de Cádiz el sábado 23 de Junio de 2012)

          No nos hemos pasado a la información deportiva, seguimos de quintacolumnistas y. es más, seguimos con nuestro observador, a quien hace quince días dejábamos atónito ante tantas incongruencias que se dan en España en los últimos años.

            Pues bien, ahora si que no entiende nada. Resulta que el buen hombre, o buena mujer, asistió al triunfo de Rafa Nadal en el último Roland Garros parisino y, tras el triunfo de nuestro héroe, preguntó a su compañero de butaca: “¿De verdad este chico es español?”

            La respuesta no dejaba lugar a dudas: “Lo es y lo ejerce. Se muestra orgulloso de serlo y, cuando hay ocasión, se envuelve en la bandera, será nuestro abanderado en las Olimpiadas”.

           “¿Y… hay más como él?”, siguió preguntando incrédulo…no salía de su asombro.

            Ese mismo día, las portadas de la prensa internacional, sin excepción, las ocupaban los mineros asturianos y los obreros de los astilleros de la bahía gaditana, cubiertos los rostros con pañuelos y pasamontañas, quemando neumáticos, arrancando señales de tráfico, arrojando bengalas y cohetes contra la policía…todo un espectáculo.

            También destacaban los rotativos la obtención de un macro crédito para sanear los bancos españoles y las contradictorias declaraciones de los políticos, unos, los del Gobierno, encantados de haberse conocido y los otros, la oposición, alarmados, temerosos, indignados por lo que consideran la entrega del país a los jerarcas europeos.

            En un pequeño recuadro, también podían leerse las declaraciones de los dirigentes portugueses e irlandeses, pidiendo un trato similar al de España en  sus respectivos “rescates financieros”.

            Es difícil entendernos y la imagen que prima de España, sobre todo en Europa y USA, es la mala, la de los malos españoles, si, no rebajo lo más mínimo el calificativo. Muchos de ellos no son conscientes del enorme daño que hacen a nuestra economía, al turismo, a las empresas, a ellos mismos y a sus posibilidades de salir de esta cruel situación. Algo similar a la imagen que Grecia ha proyectado de su propia realidad y con las consecuencias que estamos viendo.

            Por eso, el observador imparcial se queda atónito ante el espectáculo de un joven español que se sacrifica, entrena, supera adversidades de todo tipo y cuando gana respeta al adversario, lo consuela y proclama su españolidad sin complejos…ese es el ejemplo a seguir, no los otros.

1 comentario:

  1. Agradezco muy sinceramente los elogiosos comentarios a este artículo, recibidos en la publicación digital del Diario de Cádiz, con el que llevo casi cuatro años colaborando, asi como a traves de Internet o llamadas telefónicas.
    A todos muchas gracias, procuraré no defraudarles en próximas publicaciones.

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