lunes, 19 de septiembre de 2016

Y AHORA LAS GALLEGAS Y VASCAS

Publicado en el Diario de Cádiz el sábado 17 de Septiembre de 2016



         Nueve meses con un gobierno en funciones, es decir sin abordar y solucionar las cuestiones más urgentes e importantes. Después de una serie continua de elecciones de las que ya se pierde la cuenta, iniciada con la de la Comunidad Andaluza, allá por marzo de 2015, y entre ellas dos generales, en diciembre 2015 y junio 2016, ahora sumamos, de momento, dos más, las del País Vasco y Galicia, y ya veremos si no vamos a las terceras generales.

Los políticos españoles están en una campaña electoral permanente que consiste, sobre todo, en descalificar a los adversarios. Ni siquiera son capaces de poner orden en sus propias formaciones, algunas de ellas con problemas de liderazgo e incluso de identidad.

Unos y otros, sin decirlo públicamente, han ido retrasando la solución a la crisis de gobierno, esperando que en las autonómicas del 25 de septiembre, el PP en Galicia y el PNV en el País Vasco, necesiten de apoyos intercambiables por votos de investidura en Madrid.

Nada les importa que España sea incapaz de cumplir sus compromisos con la Unión Europea, por lo que podría ser sancionada económicamente de forma importante; que haya que prorrogar los presupuestos; que estén paralizadas las obras públicas importantes; que la inercia de la recuperación económica, y la consiguiente creación de empleo, vayan decayendo hasta perder lo ganado en los dos últimos años; que estemos en alerta 4 contra la amenaza terrorista; que persista el desafío independentista catalán… Ellos a lo suyo.

En las redes sociales circulan propuestas como la suspensión de sueldo a los parlamentarios; encerrarlos, como los Cardenales del Cónclave (bajo llave) hasta que se forme un gobierno; que se vayan los cuatro líderes de los principales partidos;…todo menos volver por tercera vez en un año a unas elecciones generales que seguramente tampoco resolverán nada.

Nada que ver los políticos de hoy, de todos los partidos, (aunque haya excepciones), con aquellos que alumbraron la transición política y hasta lograron redactar una Constitución que ha servido casi 40 años.

España necesita con urgencia líderes políticos con carisma, formación y ganas de trabajar por su país. ¿Dónde están?

sábado, 3 de septiembre de 2016

LA MALA EDUCACIÓN

Publicado en el Diario de Cádiz el sábado 3 de Septiembre de 2016


                                 Me crucé con ellos, madre e hijo, en una de las anchas aceras de la Avenida de Andalucía. El niño, de unos ocho años, terminaba de comerse un paquete de chuhes y tal como acabó tiró la bolsa al suelo. La distancia a la papelera más próxima (casualmente, porque se echan de menos en muchos sitios) no llegaba a tres metros. Me atreví a decirle a la criatura: “Se te ha caído la bolsa” (lo hago así para darle una salida airosa). La madre no tardó nada en contestarme: “No se le ha caído, la ha tirado, para eso pago mis impuestos”


         Por desgracia no es un caso aislado. Veo a padres en supermercados consentir a sus hijos coger lo que les apetece, abrirlo y volverlo a dejar, o comer hasta donde les da la gana y dejarlo luego, sin recibir de sus padres, que lo ven, ninguna corrección.

         Se habla mucho de que ha “progresado” la suciedad en ciudades donde hace más de un año han entrado gobiernos “progresistas” y es cierto, por lo menos Madrid y Cádiz que he podido observar directamente. De modo que no es la falta de lluvia (como decía el concejal gaditano), sino la falta de limpieza por parte de los servicios correspondientes. Esa sería la culpable del cincuenta por ciento, junto con la falta de papeleras grandes y bien instaladas por toda la ciudad

         Pero del otro cincuenta por ciento, los culpables son esas madres y padres, mal educados ellos, incapaces, por tanto, de educar a sus hijos. Esos adolescentes y jóvenes que salen del colegio, montan en el autobús y corren a ocupar los asientos vacíos, sin cederlos jamás a personas mayores e incluso impedidas y sin que los conductores se lo recriminen o les obliguen a dejar los reservados para estas personas.

         Hay una falta evidente de vigilancia, tanto de día como de noche (Ay de aquellos serenos y vigilantes de jardines !!!), gracias a esta ausencia de vigilancia quedan restos de botellones, los dueños de los perros no se ocupan de recoger los excrementos de sus mascotas ni echan agua que elimine desagradables olores, la ciudad parece una inmensa pared para las pintadas, mobiliario urbano roto….¿No se ahorraría dinero mediante el refuerzo de la vigilancia e instalación de cámaras?