sábado, 19 de octubre de 2013

LA EXTREMA DERECHA EUROPEA

Sábado 19 de Octubre de 2013

            Ha ocurrido otras veces en la historia de Occidente, las situaciones de depresión económica generalizada y el abandono de los valores tradicionales de nuestra civilización, han creado un vacío ideológico y moral cuyo espacio se apresuran a cubrir otras ideologías de corte populista.

               La ciudadanía, las clases medias y las más humildes son las principales víctimas de estas situaciones, son los que sufren sin esperanza la pérdida de metas sociales alcanzadas con años de trabajo y sacrificio, y lo que es aún peor, los hijos de esas generaciones de esforzados ciudadanos no ven un futuro esperanzador y su presente, con tasas de paro superiores al cincuenta por ciento, no las motiva siquiera a un intento por salir del caos.

               En el momento presente, además, se une un fenómeno de dimensiones impensables hace solo unos años. La inmigración procedente de los países más deprimidos del África subsahariana y el medio este asiático.

               Aunque el rebrote de los movimientos de extrema derecha se inicia prácticamente con el cambio de milenio, es a partir de los últimos cinco años cuando su auge es mayor y empiezan a alcanzar cotas cercanas al veinte por ciento de apoyos ciudadanos, cuando no superiores,  y a ocupar escaños en los parlamentos.

              Un repaso rápido y, para nada exhaustivo, solo referido a los partidos con representación parlamentaria, de la situación en 2010 en Europa, nos puede dar idea de cómo avanza la extrema derecha:


Austria – Partido de la Libertad (FPÖ)             – 34 escaños sobre 183 – 17,50 %

     Unión por el Futuro (BZÖ)                -  21 escaños sobre 183 – 10.70 %

Bélgica – Vlaams Belang (VB)                            -  12 escaños sobre 150 –   7,70 %

Bulgaria – Ataque (ATAKA)                              -  21 escaños sobre 240 -    9,40 %

Dinamarca – Partido Popular (DF)                    -  25 escaños sobre 179 -  13,90 %

Finlandia – Verdaderos Finlandeses (PS)           -  39 escaños sobre 200 -  19,00 %

Grecia  - Amanecer Dorado -                               -  21 escaños sobre 300 -    7,00 %

Hungría – Movimiento por una Hungría Mejor – 47 escaños sobre 386 – 16,70 %

Italia – Liga Norte (LN)                                         - 18 escaños sobre 630 -     4,0 %

             Hermanos de Italia (FdI)                          -   9 escaños sobre 630 -    1,95 %

Holanda -  Partido por la Libertad (PPV)           - 24 escaños sobre 150 -   15.50%

Noruega – Partido del Progreso (FrP)                 - 41 escaños sobre 169 -    22.90 %

Rusia – Partido Liberal-Demócrata (LDPR)      - 56 escaños sobre 450 -    12.50 %

Serbia – Partido Radical (SRS)                            - 78 escaños sobre 250 -    29,50 %

Suecia – Demócratas de Suecia (SD)                   -  20 escaños sobre 349 -     5.70 %

Suiza – Partido Popular (SVP)                            -  62 escaños sobre 200 -    29.00 %


            En el Parlamento Europeo tiene una representación de 32 escaños sobre 765, desde las elecciones de julio de 2009, el partido Europa de la Libertad y la Democracia, coalición de diez partidos de extrema derecha de otros tantos países, a cuyo ideario, sin separarse del populismo, nacionalismo y conservadurismo que les es característico, une un fuerte euroescepticismo. Su objetivo es la destrucción de la Unión Europea desde dentro y la vuelta a los Estados Nacionales.

             En el próximo año, julio de 2014, habrá nuevas elecciones al Parlamento Europeo y la situación de la extrema derecha en países como Grecia, Italia, Francia, Finlandia, Austria, Hungría o Noruega ha evolucionado hacia un crecimiento importante, como luego veremos, haciendo gala de violencia individual o colectiva en los últimos años.

             Muchas veces la xenofobia ha sido la motivación de acciones violentas con resultado de muerte, usando la crisis económica y las emigraciones ilegales hacia Europa como causa directa de su violencia. En otros casos, como repetidamente viene ocurriendo en Rusia, la homofobia es la justificación de tales actos violentos.

             El nacionalismo exacerbado de estos partidos es, por principio, opuesto a cualquier intento secesionista que se pueda producir en las naciones europeas, reaccionando con violencia contra quienes propugnan estas ideas separatistas.

             Merece la pena detenerse algo más en lo que está ocurriendo en algunos países de la Unión Europea:

               Amanecer Dorado, de Grecia, obtuvo en las elecciones generales de junio pasado un 22 por ciento de votos. Recorren las calles de Atenas a la caza de homosexuales e inmigrantes, reparten alimentos a los griegos más necesitados, hacen extracciones de sangre griega para transfundir a verdaderos griegos que lo necesiten. Su líder Nikolaos Michaloliakos está actualmente en prisión acusado de dirigir una organización criminal, sin embargo su popularidad entre los griegos apenas se ha resentido. Su grito de guerra “Out of my country” ha hecho fortuna entre los griegos, que son, quizás, los europeos que con más crueldad están sufriendo los efectos de la crisis económica.

               El Partido de la Libertad austriaco, fundado por Jorg Haider y dirigido por Heinz-Christian Strache tras la muerte del fundador en 2008, es la tercera fuerza política y su crecimiento es tal que muchos analistas pronostican que puede llegar  a ser la primera.

                 Geert Wilders y su partido antimusulman, a pesar de haber perdido apoyos tras su salida del Gobierno de coalición con Mark Rutte, mantiene 13 escaños en el Parlamento de Holanda.

                  En Italia, dentro del proceso de crisis, caldo de cultivo ideal para la proliferación de estas formaciones, el nacionalismo excluyente, la xenofobia y el populismo, llevaron a la Liga Norte de Umberto Bossi a formar parte del Gobierno de Silvio Berlusconi, obligado a cederles varias carteras, entre ellas la responsable de la inmigración. Se dieron a conocer con las “rondas padanas”, patrullas ciudadanas  que obligaban a cerrar bazares y restaurantes chinos y turcos. Sin olvidar a personajes como el euro parlamentario famoso por su antiislamimo y homofobia Mario Borghezio, Gianfranco Fini, Presidente del Parlamento italiano y fundador de Alianza Nacional, heredera del Movimiento Socialista italiano (MSi) de corte fascista, Ignazio La Russa, exministro de Defensa y Gianni Alemanno, alcalde de Roma.

                Marine Le Pen, heredera de su padre Jean Marie, fundador del Frente Nacional en Francia, (Frente Nacional para la unidad francesa, es su nombre completo), gano recientemente las elecciones cantonales de Brignoles de la mano del candidato Laurent López, con 5.100 votos sobre una población de 16.000. En 2.002, el FN pasa a la segunda ronda de las elecciones presidenciales donde obtuvo casi cinco millones de votos, por detrás de Jacques Chirac y por delante del socialista Lionel Jospin. Según sondeo publicado por Le Nouvel Observateur, FN será el partido más votado en las elecciones al Parlamento Europeo de 2014, con un 24 por ciento de votos.

              Así podríamos seguir con casos como la espectacular subida de Los Verdaderos Finlandeses de Timo Soini, que ha multiplicado por ocho sus escaños en las elecciones de 2011, o el Partido del Pueblo de Dinamarca que es ya la tercera fuerza política, o el Partido del Progreso noruego que ha estado a punto de entrar en el Gobierno, o el holandés Partido por la Libertad a quien se augura en las encuestas una subida de 15 escaños actuales a 33 en las próximas elecciones.

                No entro a analizar hechos dramáticos como la matanza de 77 personas en Noruega, el 22 de julio de 2011, llevada a cabo por el terrorista Anders Breivik, que aunque perteneció a la logia masónica San Olaf fue de inmediato expulsado tras el atentado, y realmente se trata de un acto terrorista planeado y ejecutado por un perturbado mental que se creía Caballero Templario, no relacionable con partidos u organizaciones políticas.

                Hemos visto como el renacimiento de estos grupos neonazis pone el acento en la lucha contra las políticas de austeridad, lo que les granjea las simpatías de muchos electores de centro que se rebelan contra las directrices económicas europeas y participan juntos en jornadas de protesta contra los recortes en sanidad o educación.

                  En España, prácticamente desaparecidas Falange Española y Fuerza Nueva, el partido más representativo de la extrema derecha es, paradójicamente, Plataforma per Catalunya de Josep Anglada, concejal por Vich, que tiene 69 concejales en Cataluña desde las elecciones municipales de 2011. Anglada prepara la Plataforma por España para las municipales de 2015. Mantiene relaciones con otros grupos europeos, especialmente con Amanecer Dorado de Grecia

                   Los demás grupos de este espectro político, como España 2000, Democracia Nacional, Derecha Navarra y Española y Alternativa Española cuentan con algunos concejales pero se trata de grupos poco numerosos y escasa implantación.

                   España parece un oasis en Europa, en este terreno, y no se vislumbra un horizonte próximo favorable a estos movimientos. A pesar del malestar creado por la crisis económica y la desafección de los españoles hacia su clase política, la sociedad española no ve con buenos ojos las posturas radicales de derecha o izquierda que dieron origen a la Guerra Civil, aun en el recuerdo de muchos españoles. Solo los nacionalismos independentistas podrían espolear el renacimiento de estos grupos ultranacionalistas.

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