Felizmente han terminado diez meses de secuestro para tres periodistas españoles, retenidos en algún lugar de la Siria bajo el dominio del DAESH, parece que no muy lejos de Alepo.
Todos nos congratulamos del éxito de unas
negociaciones que han salvado la vida de estos tres periodistas, pero no sería
justo olvidarnos de quienes lo han hecho posible.
Desde la aparición en nuestras pantallas de
las ejecuciones de periodistas occidentales a manos de los terroristas
yihadistas en una repugnante puesta en escena planificada con detalle para
causar el máximo terror a los espectadores, de negro cubiertos los asesinos y
de naranja sus víctimas, pacas esperanzas caben de un final feliz.
Diez meses que se hacen eternos para las
víctimas, sus familiares y amigos, pero también para quienes, por orden del
gobierno, han llevado a cabo unas muy difíciles negociaciones.
Cuando un hecho así se produce, sean
terroristas yihadistas o piratas somalíes sus autores, nuestro Servicio de
Inteligencia, el CNI, entra inmediatamente en acción para lograr la liberación
de los secuestrados en el menor tiempo posible, sea con una acción de fuerza o
la negociación del rescate. Teniendo siempre presente que lo más importante es
no poner en mayor peligro las vidas de los secuestrados.
La acción liberadora a tomar dependerá de las
posibilidades de éxito de una u otra. En ambos casos, el trabajo de nuestros
agentes de inteligencia no cesa en ningún momento hasta lograr el objetivo.
Acceder a los terroristas y a sus escondrijos
para una acción de fuerza o una negociación es tarea complicada y arriesgada y,
desde luego, quienes lo llevan a cabo son personas con una preparación muy
especial.
Nunca sabremos sus nombres, ni conoceremos
sus rostros, ni ellos podrán jamás contar a nadie lo arduo, difícil y
arriesgado de su trabajo, ni de qué instrumentos se han servido para lograr la
liberación, porque así debe ser.
Con que sepamos que están ahí, que velan por
nuestras vidas y que son unos magníficos profesionales, para ellos es
suficiente. Al menos démosles las gracias por hacer bien su trabajo.
He escrito al CNI 2 veces en mi vida... una pidiendo respuestas y la segunda hará dos días. Solicitando ayuda para formarme. Darme formación gratuita después de pasar algún tipo de proceso donde se me pueda clasificar... y determinar así en que campo puedo servir mejor a mi país.
ResponderEliminarHablo entiendo 4 idiomas pero con un internamiento, formación y tiempo podrá el CNI exprimirme la naranja. Eso si, quisiera probar el jugo!
Creo que hemos conectado por Internet y el tema está encauzado. No he contestado por aqui hasta ahora por un problema informático que me impedía acceder a los comentarios.
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