Que a
estas alturas del proceso secesionista de Cataluña, celebrado el simulacro de
referéndum con los resultados conocidos, los dos líderes de los partidos
mayoritarios, PP y PSOE, Rajoy y Sánchez, no se hayan reunido y efectuado una
comparecencia pública conjunta, en representación de más de veinte millones de
españoles, donde con toda claridad manifiesten una postura de defensa de
nuestra Constitución, me parece sencillamente increíble.
Por el contrario, ambos líderes
continúan empecinados en sus “soluciones” y no han tenido la sensibilidad
necesaria para apoyar pública y reiteradamente a los otros cuatro millones de
catalanes que no han ido a votar el 9N.
Si se trata de proponer una reforma
constitucional, es obvio que deben ser ambos partidos, que todavía hoy son una
aplastante mayoría, quienes lideren, seguidos de los demás partidos, las
propuestas que consideren necesarias. Más adelante no sabemos si continuarán
contando con ese apoyo de los electores españoles.
Como increíble me parece que el Gobierno
español no haya recabado de los dirigentes de la Unión Europea una declaración,
lo más oficial posible, sobre las consecuencias para Cataluña de una hipotética
separación de España, desde las consecuencias políticas, económicas y sociales
hasta las dificultades para una posterior integración en la Unión Europea como
nuevo estado.
Ya sé que algunas empresas importantes,
que aquí hemos citado en anteriores artículos, han manifestado su intención de
abandonar Cataluña si se produce la secesión. También se que una buena parte de
las inversiones de capital extranjero han tomado otro rumbo y que la situación
económica, que ya es muy grave, se deteriora por momentos, pero no se ha hecho,
con números reales en la mano, una campaña divulgativa de esta situación,
incluso expuesta por agencias internacionales, para darle mayor garantía de
imparcialidad.
Todas estas propuestas no son
originales, ni se me han ocurrido a mí, son sencillamente las que hicieron
cambiar en Escocia la mayoría del SI a la independencia de las encuestas de
última hora por un NO mayoritario que zanjó la cuestión. Entre otras
cuestiones, recuerdo como los tres líderes de los partidos mayoritarios,
Conservadores, Laboristas y Liberales, manifestaron inequívocamente su decisión
de expulsar a Escocia de la libra esterlina, juntos viajaron a Escocia para
explicar las consecuencias del secesionismo.
Una vez superado el 9N con un 36 por
ciento de votantes, incluidos jóvenes de 16 años de edad, extranjeros sin un
tiempo mínimo de residencia, sin censo, con una campaña en un solo sentido y
que dura dos años, campaña puerta a puerta e irregularidades varias que se han conocido a través de las redes
sociales, solo interventores y responsables de mesa partidarios del SI,
forzando a directores de centros escolares a entregar las llaves del centro
para convertirlos en colegios electorales, a pesar de todo lo cual el 80 por
ciento de los que fueron a votar votó el doble SI, es decir 1.728.000
ciudadanos.
Según informaciones publicadas por
partidos catalanes, si se descuentan los menores de 18 años y los extranjeros,
los votantes de doble SI apenas superan el millón trescientos mil. Esta cifra,
según los propios analistas catalanes, se mantiene constante en los últimos
años, e incluso ha descendido ligeramente. Hora es ya de que el gobierno de la
nación, los empresarios, la Unión Europea y el resto de los españoles, nos
volquemos en defensa de los derechos de los más de cinco millones de catalanes
que quieren seguir siendo españoles. Esto nos concierne a todos, basta ya de
ponerse de perfil, basta ya de luchas partidistas cuando está en juego el
futuro de millones de españoles. Un poco de cordura es lo menos que podemos
exigir a quienes nos gobiernan, en quienes hemos depositado nuestra confianza.
Asusta reconocer el realista análisis del panorama descrito, y más, para quienes formamos parte de esos cuatro millones de catalanes que ni siquiera quisimos ir a votar con un ¡NO! rotundo. Entre otras razones…, para no arriesgarnos a engrosar (junto a Bob Esponja, entre otros) el manipulable “censo” de votantes, ni formar parte de la fotoshopizable fotografía de los infinitos votantes prefabricados haciendo cola…
ResponderEliminarPero, en fin, tan previsibles eran todas esas irregularidades, y otras muchas menos conocidas…, como previsibles también eran las autistas reacciones de nuestros políticos “profesionales”. ¿Profesionales? Sí, profesionales, pero no porque su profesión consista en trabajar para servir al país, ¡sino para que la partitocracia de la que viven siga parasitando el país! El PSOE -como siempre- dedicado al oportunismo electoralista de desgastar la imagen del PP; y este, en forzada posición de perfil-mudo-permanente, a fin de ofrecer el mínimo blanco posible, para minimizar así dicho desgaste. Y mientras tanto, los independentistas catalanes, como niño con rabieta, siguen mirándose el ombligo y escuchándose sólo a sí mismos; y, al no hallar forma legal de conseguir el imposible que pretenden, montando una pataleta tras otra.
El uno por el otro, el otro por el uno, y los independentistas aprovechándose –como siempre- del momento de debilidad del Estado…
Y la casa sin barrer, sin fregar, sin alimentar, sanear, curar, educar, etc…
Es de locos.
Y ya sólo nos faltaba otro oportunista más en “el juego”, los de PODEMOS, dispuestos a agravar y sacar tajada de ese nuevo momento de debilidad que esperan crear.
Esas sucesión viciosa de desidias y oportunismos interesados son las principales causas y los principales generadores de todas las demás corrupciones del país.
Fico Sánchez Peral.
Exacto. Yo añadiría que todo esto del independentismo viene de atrás gracias a la dejación de los distintos gobiernos que no han querido cortarlo por conveniencias partidistas, conformándose con darles más y más en espera de contentarles. Jamás han intentado desmontar sus teorías y ahora ya es muy difícil porque ya hay generaciones adoctrinadas en ellas, amén de intereses, apesebrados, etc. . Y ahora se añade la crisis y Podemos. Hace tiempo que se sabe que son insaciables y que su objetivo es la independencia. Pero aunque la consiguieran, seguirían pidiendo a España más dinero alegando los conceptos más peregrinos (p ejemplo, yo nunca entendí eso de la deuda histórica, ¿qué se inventarían?). Y se lo darían para ver si así volvían. Ja. Siempre lo he dicho: ahí es nada ser presidente de una nación en vez de una región.
ResponderEliminarSaludos: M.