Al Sargento del Ejército D. David Fernández
Ureña, victima española número cien de
esa guerra contra el terrorismo islamista que se libra en Afganistán, se le han
rendido hoy los honores que le
corresponden como a un héroe nacional.
Lo que me llama la
atención, aunque debería estar acostumbrado, es que solamente su familia,
compañeros y el Príncipe de España, han
protagonizado este acto castrense en honor del sargento vasco muerto por
España.
A la sociedad española
actual le suena a chino que haya compatriotas suyos dispuestos a arriesgar sus
vidas por protegerlos a ellos. Piensan que son personas fuera de su tiempo, el hedonismo
desorbitado, la falta de ideales, la globalización, los avances tecnológicos y
las redes sociales.
Sin embargo si los
hay, gracias a Dios, y en una mayoría se trata de jóvenes de todas las regiones
españolas que piensan, están convencidos, de que este país y sus habitantes
merecen hasta el sacrificio de sus vidas si fuera necesario y así lo juraron
solemnemente ante la bandera que a todos nos representa y ampara.
Decía que me llama la atención
la escasa representación de la sociedad española en los funerales del Sargento Fernández
Ureña, porque echo de menos la presencias de las Asociaciones de victimas de los atentados del 11
M en los trenes de Madrid, del Gobierno de la Nación a su más alto nivel y en general de esa sociedad adormecida e
inconsciente que ni piensa, ni se le ocurre que atentados terroristas como los
del 11 M, o aun peores, pueden repetirse si, esos idealistas como el Sargento muerto
cuando intentaba desactivar un explosivo en Afganistán puesto por terroristas
para causar victimas mortales, no estuvieran haciendo lo que hacen.
Además de las victimas
directas de esos atentados que ya solo conocemos por sus iniciales, 11 S, 11 M,
7 J, se cuentan por miles los soldados de los países occidentales muertos y
heridos en esas guerras preventivas cuyo objetivo es la eliminación de los
grupos terroristas en sus propios santuarios, para evitar así que regresen a nuestros
países y vuelvan a causar miles de victimas inocentes.
Así lo creen nuestros
gobiernos, las Naciones Unidas, y organismos de Inteligencia y Defensa
occidentales. Sin embargo, puede que solo sea porque no saben realmente como
acabar con esa lacra y mientras encuentran otra solución, tratan de frenarles en su propio terreno.
En este, como en otros
conflictos, lo más eficaz debería ser la eliminación de sus causas últimas, sus
motivaciones, y la neutralización de sus fanáticos líderes. Esto también lo
saben los dirigentes mundiales, pero su eficaz ejecución no es fácil ni se
cuenta con los medios, el consenso y el poder de decisión necesarios.
Francia anuncia su
próxima intervención militar en África, en un intento de frenar la ascensión
hacia el Magreb de los terroristas de Al Qaeda del Norte de África Islámica
(AQMI), donde ya luchan desde hace años soldados norteamericanos (Iniciativa
Pan Sahel e Iniciativa Transahariana de Lucha contra el Terrorismo) utilizando
bases francesas, pero no serán los únicos, otros países occidentales se unirán
a norteamericanos y franceses conforme el conflicto amenace con llegar a las
puertas de Europa, y ya sabemos donde está su flanco sur.
España entera, el Occidente
amenazado por el fanatismo y la barbarie, le debe mucho al Sargento Fernández
Ureña, un vasco de Bilbao, que ha dado su vida por nosotros. A él y a cuantos
han muerto o siguen arriesgando sus vidas en esta lucha desigual, nuestro
reconocimiento y nuestras oraciones. Desde este rincón del mundo cibernético es
todo lo que podemos hacer. Eso y llamar a las conciencias adormecidas en la
rutina de sus vidas.
Descanse el Paz.
Sería positivo ver más adhesión de la población civil a sus FF.AA. y no solo para ver el desfile del 12 de octubre.
ResponderEliminarDescanse en paz.
Totalmente deacuerdo y aplaudo la iniciativa!!!
EliminarSr.Rocha ,gracias por regalarnos tan sabias palabras.
Diony Perez Galán
Me sumo al recuerdo y reconocimiento al sargento fallecido recientemente en Afganistán.
ResponderEliminarVerdaderamente está poco reconocida en nuestra sociedad esa labor de los militares en el extranjero en la lucha contra los movimientos terroristas que tan difÍciles son de erradicar.
Por otra parte, seguimos constatando como los políticos se molestan únicamente cuando su presencia y/o fotografía en prensa les sirve para sus propios intereses políticos o de partido.
Desde aquí, rendimos tributo al sargento Fernandez Ureña y tantos otros como él, y a sus familiares.
LA MUERTE NO ES EL FINAL.