Puede llamar la atención el titulo del
artículo y despertar incluso la incredulidad de algunos lectores que, como
mucho, pueden haber oído alguna noticia sobre la quema de Iglesias, con los
fieles en su interior, en países “lejanos” como Irak (58 católicos asesinados,
la mayoría mujeres y niños en la quema de una Iglesia en Bagdad por Al Qaeda),
Nigeria (4 muertos), Pakistán, Indonesia, Birmania, Eritrea, Argelia. Egipto,
Yemen, Corea del Norte, Vietnam, Filipinas, China…
jueves, 12 de julio de 2012
EL PELIGRO DE SER CRISTIANO
(Publicado en el Diario de Cádiz el 07 de Enero de 2011. Desgraciadamente continua de actualidad y la situación, si cabe, es aun peor que el pasado año)
Según datos del Vaticano, el número de
cristianos asesinados durante este 2010 que termina, se eleva a la
descorazonadora cifra de 150.000 personas, pastores, sacerdotes, hombres,
mujeres y niños, componen esta espeluznante realidad refrendada por el Instituto
Hudson de los Estados Unidos, quien además añade que “de 200 a 300 millones de personas viven en el mundo bajo las
amenazas diarias de muerte, agresiones o prisión a causa de sus creencias
religiosas”.
Bernard-Henry Levy, intelectual
francés fundador de la organización “SOS Racismo”, que lucha simultáneamente
contra los prejuicios antiárabes y el antisemitismo en Europa, publicó un
artículo el pasado 21 de Noviembre en el periódico El País, titulado: “En
defensa de los cristianos”, en el que entre otras cosas afirma: “los cristianos
forman hoy, a escala planetaria, la comunidad mas violenta e impunemente
perseguida” y equipara el anticristianismo con el antisemitismo, “aunque éste
es ahora un crimen sancionado y repudiado, mientras que la fobia anticristiana
no es tomada en cuenta y por ello se ejerce de manera impune en muchos países”
El año pasado, en una aldea pakistaní,
y en aras de “la ley antiblasfemia”, un grupo de “incontrolados” quemó vivos a
media docena de católicos, saqueó e incendió la Iglesia y violó a las mujeres y
niñas. Las autoridades de Pakistán no intervinieron en este suceso, sin
embrago, en cumplimiento de esa misma ley, están dispuestos a colgar a Asia
Bibi, madre de familia, a quien ofrecieron la conmutación de la pena capital
por la de cárcel si abjuraba de su fe, y
que ella ha rechazado.
En Sudan, su Presidente Omar Hassan,
sobre el que pesa una Orden de Captura de Corte Internacional de Justicia y al
que China protege, envía a sus milicias a exterminar a los negros cristianos.
El pasado agosto hubo arrestos masivos de cristianos cerca de Teherán.
Pero no pensemos que estas horribles
cosas ocurren en países y culturas tan alejadas de la civilizada España. Esta
Noche Buena, la Iglesia de Santa Catalina, en Majadahonda (Madrid), fue rociada
con un líquido inflamable y prendida
fuego. Ardió la puerta de madera de entrada y algunas vigas del coro, sin que
el incendio se propagara al resto del templo gracias a la rápida intervención
de los bomberos. Pero no es un caso aislado, hace dos años en la misma
localidad se produjo otro intento similar, esta vez en la Parroquia de Santa
Genoveva.
En Octubre de 2008, durante la visita
a Valencia del buque de la organización abortista holandesa “Women of Waves”,
algunos movimientos feministas pro abortistas invitaban a quemar templos
católicos, mientras distribuían cerillas entre las asistentes a la
manifestación. Ciertamente, aunque no tiene ninguna gracia, no pasaba de un
grito de guerra, de un gesto de cara a la galería.
No comparo ni la gravedad de los
hechos, ni la intencionalidad, ni las motivaciones de quienes, directamente
asesinan a cristianos en países donde los grupos radicales islamistas son
hegemónicos con lo sucedido en nuestro país…todavía.
La Iglesia Católica, en sus 2000 años
de existencia, ha sufrido casi sin
solución de continuidad la persecución y el martirio por la defensa de
su Fe, quizás siguiendo el ejemplo de su fundador Jesucristo, martirizado y
asesinado por ser fiel a su mensaje de paz, igualdad y amor entre los hombres
de cualquier condición.
La Iglesia Católica, los hombres y
mujeres que la componemos, hemos cometido y seguimos cometiendo graves,
gravísimos errores. En alguna época terribles crímenes a manos de la
Inquisición, y mas recientemente algunos casos de pederastia por parte de
clérigos (no importa que porcentualmente sea poco significativo, un solo caso
merece la mas enérgica condena por la propia Iglesia y todo el peso de la ley
sobre el autor de tan detestable hecho), pero, puede alguien objetivamente
justificar lo injustificable, puede alguien argumentar que por causa de esos
errores, deben pagar con sus vidas esas humildes personas, cuyo único “delito”
es profesar una Fe , fundamentada en las
palabras de su fundador Jesús: ”amaros como yo os amo”.
La limitada extensión de un artículo periodístico no
permite profundizar en asuntos que requerirían un tratamiento más amplio. Pero
yo invito a mis lectores, cristianos o no, a una reflexión personal sobre lo
que esta ocurriendo hoy con estas sangrientas persecuciones en un buen número
de países, quienes son las victimas y cuales las razones para tanta barbarie…y
a donde pueden llevarnos esta escalada de violencia.
Ese escenario, aparentemente muy localizado, puede
trasladarse a zonas que creemos seguras, o ¿lo han hecho ya el 11S y el 11M?.
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